Menem recibe al indultado coronel Seineldín
El presidente argentino, el peronista Carlos Menem, recibió el domingo por la noche (madrugada de ayer en España) en la residencia presidencial de Olivos al coronel Mohamed Alí Seineldín, el cabecilla de los militares carapintadas que se amotinaron en tres ocasiones contra el Gobierno de Raúl Alfonsín.
No habían pasado ni 36 horas del indulto presidencial cuando Seineldín, vestido de uniforme, al lado de un chófer de paisano y escoltado por otro vehículo, cruzó el umbral de la residencia presidencial de Olivos, donde cenó con Menem. "Vino para agradecer la actitud que había asumido [con el indulto] y a decirme que eso servía para cohesionar al Ejército y a las fuerzas armadas. Eso fue todo. Después hablamos de temas generales, de deportes, de las actividades que él gusta practicar", declaró Menem ayer a primera hora de la mañana a los periodistas acreditados en la Casa Rosada.Sobre el futuro de Seineldín dijo Menem que eso incumbe al mando interno del Ejército. El indulto presidencial a los militares abarca solamente al aspecto penal, han quedado libres y sin persecución judicial. Ahora corresponde a los mandos de las fuerzas armadas decidir si los indultados se incorporan al servicio activo o pasan a retiro. Todo parece indicar que Seineldín no figura en las listas de los coroneles que ascenderán a general. Se espera que Seineldín pase a retiro y tal vez reciba una misión por parte del Gobierno. Del otro cabecilla carapintada, el teniente coronel Aldo Rico, se especula con que podría iniciar algún tipo de actividad política, incluso fundar un partido.
Connotaciones dramáticas
Los detalles del indulto, sobre todo algunos casos personales, sacan a relucir connotaciones dramáticas de la reciente historia argentina. Cuando anunció la medida, Menem recordó en La Rioja que la modalidad escogida provoca situaciones como las del almirante Armando Lambruschini, que fue condenado a ocho años en el juicio contra los comandantes de las juntas militares de la dictadura. Por no haberle alcanzado el indulto, Lambruschini continúa en prisión, aunque una hija suya murió a causa de, un atentado terrorista de la guerrilla en 1978.
Entre los indultados figura, sin embargo, el general Albano Harguindeguy, ex ministro del Interior de Videla en la primera Junta militar. Una de las causas por las que Harguindeguy estaba procesado había sido promovida por el propio presidente Menem, por privación ilegal de libertad. Menem, que estuvo preso y confinado cinco años durante la dictadura, no pudo acudir al entierro de su madre ni ver mejoradas sus condiciones de internamiento por decisión personal de Harguindeguy y Videla.
Entre los indultados por presuntas actividades subversivas figura Pablo Ramos, que estaba acusado de asociación ¡lícita y vinculación con los montoneros. Ramos vive exiliado en España y es padre de dos chicos que participaron en el ataque terrorista a La Tablada, el pasado 23 de enero. Uno de los hermanos Ramos, Pablo Martín, murió durante los sucesos de La Tablada.
El sobreviviente, Sebastián Joaquín,_de 20 años, fue condenado el pasado miércoles a prisión perpetua.
Entre las reacciones adversas al indulto figura el escritor Ernesto Sábato, que dijo: "No creo que se logre la paz indultando a los que pueden haber cometido secuestros, torturas y asesinatos, ya que sólo la justicia es la que asegura una auténtica paz".
En cambio, el cardenal Raúl Primatesta, primado de la Iglesia argentina, declaró que "esta medida es un aporte muy grande para la pacificación de la Argentina".
