El viaje de Gorbachov a Berlín deja la RDA en ascuas
El paso del líder soviético, Mijail Gorbachov, por la República Democrática Alemana (RDA) ha dejado el país en ascuas. A lo largo de la jornada de ayer se fue conociendo la magnitud de la protesta de la noche del sábado contra el régimen del anciano Erich Honecker, mientras éste ofrecía la cena de gala a sus invitados a las celebraciones del 40º aniversario de la fundación de la RDA.
Cerca de 10.000 manifestantes, más de 700 detenidos y un centenar de heridos en Berlín Este, así como manifestaciones multitudinarias en Dresden, Leizpig, Magdeburgo, Postdam y Jena, reprimidas con dureza por la policía dan una idea del desafío de la población al régimen. Ya no se trata de grupos opositores sino de un estado de ánimo general. Incluso miembros del grupo opositor Nuevo Foro consultados por este corresponsal mostraban ayer su sorpresa por la magnitud de las protestas, que calificaron de "espontáneas" y no organizadas.Ayer estaban también convocadas numerosas manifestaciones, la principal de ella frente a la puerta de Brandenburgo, frente a la cual pasa el muro de Berlín, y que pretendía coincidir con una congregación de personas en el lado occidental. A las seis de la tarde la zona estaba totalmente repleta de policías uniformados y de civil, si bien algunos grupos de supuestos manifestantes merodeaban por los alrededores.
Honecker no pudo despedir a sus invitados en paz. Por los grandes ventanales del Palacio de la República, donde se celebraba la cena, salían pequeñas cabezas de invitados para escuchar los gritos de "Gorbi, Gorbi, ayúdanos", o los más significativos de "Nosotros no tenemos miedo, vosotros, sí", dirigidos por los jóvenes manifestantes hacia el palacio.
El régimen de la RDA, posiblemente, no se esperaba este desafío, sobre todo después de haber amenazado con aplicar una "solución china" contra quienes osaran interferir en la gran fiesta.
El corresponsal del periódico británico The Sunday Times, Peter Millar, fue detenido por la policía hacia la medianoche del sábado e introducido en un coche celular, en el que pasó toda la noche. Millar, que fue liberado ayer por la mañana y obligado a abandonar la RDA, contó que su larga estancia en el vehículo policial se debió a que, tras recorrer todas las comisarías de Berlín Este, quienes le detuvieron no encontraron plaza para él en ninguna de ellas. Todas estaban rebosantes de gente que había sido detenida aquella misma noche. Fuentes de la oposición indicaron ayer que la mayoría de los detenidos habían sido puestos en libertad.
Miedo a la represión
La Prensa internacional que asistió a las celebraciones fue prácticamente expulsada ayer de la RDA. El Centro de Prensa fue cerrado inesperadamente y cortadas las comunicaciones. Esto no significa, sin embargo, que haya comenzado la represión generalizada contra los disidentes. Hasta ayer por la noche, las detenciones se habían reducido a manifestantes cogidos en la calle, pero el régimen no había iniciado aún una campaña sistemática de terror contra los miembros de grupos opositores.Los dirigentes de Nuevo Foro, cuya lista de 10.000 firmas es pública, en la que se incluye su dirección y teléfono, no han reportado hasta ahora más que cinco casos de militantes que fueron brevemente detenidos para ser interrogados por la policía.
La opinión en estos grupos está dividida. Una parte, la más pesimista, cree que hoy lunes, con la ciudad vacía de molestos visitantes -leáse la Prensa occidental- el régimen empezará a apretar las tuercas y detener en sus domicilios a los activistas más significativos, con lo que se verían obligados a pasar a la clandestinidad.
Otra opinión, más optimista, que se encuentra especialmente entre los miembros de Nuevo Foro, el grupo que incluso a pesar suyo se está convirtiendo en protagonista, considera que el rapapolvo del líder soviético, Mijail Gorbachov, a Erich Honecker, que el líder soviético repitió ayer de nuevo desde Moscú, va a tener efectos a corto plazo.
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