Israel rechaza el plan de paz egipcio

, Empate a seis y triunfo conservador en la reunión, ayer, del Gabinete reducido israelí. Contra los rumores más insistentes, las propuestas de paz de Egipto se sometieron a votación. El rechazo unívoco de los seis ministros del Likud, entre ellos el presidente del Gobierno, Isaac Shamir, derrotó a los seis votos afirmativos de los laboristas, ya que, según los acuerdos de la coalición, el empate equivale a rechazo. Por otra parte, 200 kilómetros al norte, en Líbano, fueron secuestrados dos ciudadanos suizos miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

El resultado del Consejo de ministros israelí pone de relieve una vez más las profundas diferencias que oponen a los dos principales partidos políticos del país, rivales pero obligados a repartirse el poder en una coalición por mandato de las urnas. Ni laboristas, partidarios de un compromiso territorial con los palestinos a cambio de la paz, ni conservadores, radicalmente opuestos a tal posibilidad, han logrado obtener mayorías suficientes para desbloquear el asunto de las fronteras en las dos últimas convocatorias electorales. Este nuevo choque de pareceres pone en peligro la supervivencia del actual Gobierno de unidad nacional. "Estamos examinando todas las posibilidades", declaró ayer a la salida de la reunión el líder laborista, Simón Peres, sin querer especificar más.Su partido ha recibido con agrado tanto las propuestas de paz del presidente egipcio, Mohamed Hosni Mubarak, como su oferta para albergar, con carácter inmediato, un diálogo israelo-palestino en El Cairo. Sin embargo, para los conservadores, aceptar acudir a tal encuentro significa aceptar entrevistarse con palestinos delegados por la OLP, un tabú que a Shamir le costaría el cargo.

Caída del Gobierno

Sólo una pequeña red puede evitar en los próximos días el naufragio del Gobierno de coalición: la propuesta del secretario de Estado norteamericano, James Baker, para que Estados Unidos, Egipto e Israel se pongan de acuerdo sobre la composición de la delegación palestina.

Tal eventualidad fue comunicada al Gabinete por el también conservador titular de Exteriores, Moshé Arens, quien acaba de regresar de Washington.

Sin embargo, los halcones del Likud (David Levy, Ariel Sharon e lsaac Modai) exigen que la idea les sea presentada por escrito para poder examinarla. Mientras tanto, en El Cairo, la capital árabe donde más esfuerzos se están desplegando en busca de la solución al problema palestino, el jefe de la diplomacia egipcia, Esmat Abdelmeguid, desmentía que Mubarak hubiera llevado a EEUU una lista con los representantes palestinos para el eventual diálogo.

En este marco, el embajador norteamericano en Túnez, Robert Pelletreau, se reunió esta semana, por segunda vez, con el representante en la misma ciudad de la OLP, Hakam Balaui, según hicieron público ayer fuentes palestinas.

Por otra parte, dos ciudadanos suizos, Emanuel Christen y Elio Erríquez, dedicados a la formación de ortopedas libaneses desaparecieron ayer cuando acudían a su trabajo en las proximidades del campo de refugiados palestinos de Ain el Helue, a las afueras de Sidón. El objetivo de este nuevo secuestro está una vez más oscuro. Para un alto responsable palestino, el asunto está ligado al caso Hariri, un libanés condenado a cadena perpetua en Suiza por secuestrar un avión. El suceso ha sorprendido a los responsables del CICR porque las víctimas no habían recibido amenazas y, el pasado enero, "la organización recibió garantías de seguridad de todas las partes libanesas antes de reiniciar sus tareas", según declaró ayer un portavoz. El CICR se vio obligado a suspender sus trabajos en el sur de Líbano a raíz del secuestro de otro de sus miembros, Peter Winkler. En total ocho occidentales, todos ellos integrantes de organismos humanitarios, han sido secuestrados en la misma zona desde 1988.