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Entrevista:37º FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

Diego Galán: "Podemos ser audaces y arriesgar"

El dírector del certamen cree que la muestra cinematográfica donostiarra "ya ha llegado a la normalidad"

El Festival Internacional de Cine de San Sebastián aborda su 37ª edición, que hoy comienza, con la solvencia que da una estabilidad duramente conquistada. Sus organizadores pueden decir ahora que la transición ya ha terminado, y sin duda es la constatación de este hecho lo que permite a Diego Galán, director del certamen, anunciar con seguridad que la próxima edición "será una más del festival". "El festival", dice Galán en esta entrevista, "cumple plenamente su función cuando descubre y promueve obras y autores de talento". Y añade más adelante: "Yo creo que el festival de San Sebastián puede ser más audaz y arriesgar más que otros certámenes".

Diego Galán, director del Festival de Cine de San Sebastián y crítico de cine, cree que después de años de fluctuación el certamen donostiarra ya ha llegado "a la normalidad". En esta entrevista explica, además, que el festival ha de asumir ahora nuevos riesgos.Pregunta. Parece ya abandonado el hábito de caracterizar a las sucesivas ediciones del festival Con títulos como el de "El año de la consolidación". ¿Significa eso que el festival de San Sebastián goza de tan buena salud que ya no quedan siquiera referencias de aquellas azarosas ediciones en las que se perdió y recuperó la categoría competitiva?

Respuesta. Significa que la normalización se ha impuesto hasta el punto de que todos hemos terminado por asumir con naturalidad que la 37ª edición será una edición más del Festival Internacional de Cine de San Sebastíán. Conseguir que ésta sea una edición más nos obligará a crecer un poco más, a ser un poco más rigurosos, a llegar más lejos y a más gente.

Identificación

P. Teniendo en cuenta la competencia de los otros grandes certámenes europeos, ¿es razonable pedirle al festival que se identifique a través de unos objetivos precisos?

R. Nuestra filosofía es contribuir a que se descubran películas que de otra manera no existirían para el gran público. Si millones de españoles han visto por televisión la película turca que el año pasado ganó aquí el Premio del Jurado es gracias a que el Festival de Cine de San Sebastián se desplazó a Turquía, descubrió la película y la seleccionó. La distribución está estandarizada y los distribuidores no se arriesgan a Ir a buscar películas más allá de los circuitos establecidos. Está muy bien que se presente la última obra de los personajes consagrados, pero a mí me parece que un festival cumple plenamente su función cuando descubre y promueve autores y obras de talento o de interés.

P. ¿El público del festival comparte ese planteamiento?

R. El público se ha incrementado en los últimos años hasta alcanzar en la pasada edición la cifra de 13.000 espectadores al día, 130.000 en total, incluyendo a los 40.000 o 50.000 niños que acuden a las sesiones del velódromo de Anoeta. Además, el festival se ha caracterizado, precisamente, en estas últimas ediciones por incluir retrospectivas de autores que no fueron consagrados, pero que, sin embargo, llegaron a realizar buenas obras. El año pasado, por ejemplo, tuvimos que repetir los pases de algunas de las películas del ciclo Los olvidados. Más que apostar por lo seguro, el festival se propone rescatar para el público lo que haya de calidad o interés en autores o filmografías poco conocidas. Creo que San Sebastián puede ser más audaz que otros certámenes.

P. ¿La variedad es ya otro de los rasgos de personalidad del festival?

R. Desde luego, el lema de "todos al cine y que cada espectador encuentre su película", encaja perfectamente en este festival. Este año hay también un poco de todo, desde Kieslowski y James Whale, hasta Los grandes melodramas de América Latina. Habrá debates, con la participación de especialistas y algo de glamour. De todas formas, yo quiero resaltar el compromiso de San Sebastián en la búsqueda del cine más actual y más activo. Los miembros del comité de selección hemos visto a lo largo del año más de 800 películas por todo el mundo, deteniéndonos especialmente en países que por estar inmersos en una cierta convulsión política o social pueden ofrecer una cinematografía más creativa o novedosa. Y es así como hemos conseguido traer este año una película cubana crítica con el sistema de ese país, una china y una polaca que denuncia la corrupción.

P. El mercado del filme ha sido hasta ahora un objetivo ilusorio que el festival se marcaba todos los años. ¿Es más consistente el proyecto Euroaim Screenings Donostia que se estrena este año?

R. Es un proyecto para tres años y el éxito o fracaso se verá cumplido en ese plazo. En todo caso, es la primera vez que se ensaya en Europa un proyecto de mercado de cine y de televisión como éste.

P. Qué queda de aquella idea de hacer de San Sebastián el punto de encuentro con la cinematografía latinoamericana?.

R. En los últimos tres años ha habido siempre un cielo dedicado a América Latina, pero no es algo determinante ni una obligación asumida por el festival. No corren buenos tiempos para la cinematografía latinoamericana por culpa de la crisis económica, y de todas formas alguno nos ha dicho que "España es el único país de Latinoamérica que está en Europa". Parece normal que San Sebastián esté más cerca de ellos que otros festivales. Para nosotros, América Latina es una opción más.

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