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Indicios de pronta solución para los refugiados de la RDA

Los 116 alemanes orientales que se habían refugiado el pasado 3 de agosto en la representación diplomática de la RFA en Berlín Este abandonaron ayer su encierro y volvieron a sus casas. Se desconoce las condiciones por las que decidieron salir, pero lo hicieron libremente. Uno de ellos declaró que esperaba emigrar a Occidente en breve plazo, lo que hace suponer que el acuerdo entre Bonn y Berlín Este contempla un plazo máximo para tramitar la salida del país.

La resolución de este conflicto, que fue el detonante de la crisis mucho mayor abierta poco después por los miles de alemanes orientales que siguen en Hungría esperando poder pasar a la RFA, llega justo un día después de que la policía de Berlín Oriental detuviera a 80 personas de los varios centenares que participaron en una manifestación para protestar por el fraude de las elecciones municipales celebradas a principios del pasado mayo. Los detenidos fueron liberados ayer.La policía de la RDA impidió el acceso a los periodistas occidentales a la céntrica Alexanderplatz, donde tuvo lugar la manifestación. La televisión de la RFA emitió imágenes en las que se veía la actuación de los vopos (policía popular) y de la Statsi (policía política).

Salida de Hungría

El pasado día 13 de agosto, 15 personas abandonaron su encierro permaneciendo en el interior del edificio las 116 que lo hicieron.

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También ayer, Hungría permitió la salida hacia la RFA de los 106 alemanes orientales que se habían encerrado en la embajada de Bonn en Budapest el pasado día 24 de agosto.

Tras la salida de ayer quedan aún cerca de 400 alemanes orientales en la embajada de Bonn en Praga y, al menos, 6.300 en los campos de refúgiados de Hungría que ya han indicado inequívocamente que no desean volver a su país.

El destino de estos miles de personas que siguen en Hungría en condiciones cada vez más penosas, y cuyas esperanzas se vieron truncadas el pasado domingo por las autoridades de Budapest, parece tomar ahora un mejor cariz. Ayer, una alta fuente del ministerio de Asuntos Exteriores húngaro aseguró que la salida es "una cuestión de días" y desbarató una serie de teorías que especulaban sobre cuál sería el sistema jurídico -pases de refugiados de la Cruz Roja o pasaportes de la RFA- utilizado por Budapest para salvar sus pactos con el Este y sus compromisos con el Oeste.

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