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LA 'MAFIA' DE LA DROGA

Barco niega la renuncia de su ministra de Justicia

La Casa Blanca confirmó ayer la presencia en EE UU de la ministra de Justicia de Colombia, Mónica de Greiff, para mantener conversaciones de alto nivel con funcionarios norteamericanos sobre el proceso de extradición de narcotraficantes a Estados Unidos, y añadió que había recibido seguridades del presidente Virgilio Barco de que su dimisión no se había producido. Por su parte, una alta fuente oficial colombiana negó ayer a EL PAÍS la veracidad de los rumores sobre la dimisión de la ministra e insistió en que De Greiff regresaría a Colombia tras cumplir "la delicada misión" que se le había encomendado.

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Tierna y asustada

La ministra de Justicia colombiana llegó ayer a la sede del Departamento de Justicia norteamericano para entrevistarse con el fiscal general, Richard Thornburgh. La presencia en Washington de Mónica de Greiff, que llegó escoltada por numerosos agentes federales, fue mantenida en secreto durante todo el día por las autoridades norteamericanas, que no quisieron precisar el lugar en que se encontraba.Respecto a los rumores sobre su renuncia, el portavoz presidencial, Roman Popiaduk, declaró en la residencia veraniega de George Bush en Kennebunkport: "El presidente Barco nos ha asegrurado que no hay veracidad en los rumores de la dimisión [de la ministra] y no tenemos por qué cludar de su palabra".

En conversación telefónica con este periódico, una alta fuente del palacio presidencial de Bogotá manifestó tajantemente que "no es cierto que Mónica de Greiff haya presentado su dimisión". La señora De Greiff, añadlió la misma fuente, se encuentra "en un viaje de concertación e información en Estados Unidos al frente de una misión compuesta por expertos de su Departamento y de las Fuerzas Armadas colombianas para intercambiar información con funcionarios norte americanos".

El domingo, Richard Thornburgh, manifestó que no tenía noticias sobre la posible dimisión de la ministra colombiana, aunque dijo que no le sorprendería si De Greiff buscaba refugio en EE UU. En el programa de la CBS Face the Nation, Thornburgh añadió que si daba ese paso, "sería bienvenida en este país como ha ocurrido con otros refugiados del terrorismo y de la violencia que sacude a Colombia".

La declaración de Popíaduk era la primera admisión pública de que De Greiff se encuentra en este país. Hasta el momento, la Embajada de Colombia en Washington y los Departamentos de Estado y de Justicia se habían negado a hacer comentarios. La fuente oficial colombiana consultada por EL PAÍS explicó el secreto que rodea la visita por "razones de seguridad" y añadió que, una vez terminada su misión en EE UU, Mónica de Greiff "regresaría a Colombia".

La visita de la ministra fue planificada la pasada semana, antes de que empezaran a circular los rumores sobre su dimisión. De Greiff tiene previsto discutir con Thornburgh y otros altos funcionarios norteamericanos, entre otras cosas, la ayuda especial norteamericana a Colombia destinada a la protección de los jueces y magistrados de aquel país amenazados de muerte por los capos. Washington ha asignado una partida de dos millones de dólares (unos 240 millones de pesetas) para un programa de protección a los miembros de la judicatura, que incluye la compra de vehículos blindados y entrenamiento especial para su seguridad.

Esta partida no forma parte de la ayuda especial de urgencia anunciada el viernes por George Bush y que comprende 65 millones de dólares (7.800 millones de pesetas) en material militar, principalmente helicópteros, aviones de vigilancia y transporte, morteros, lanzagranadas, equipo contra carros y transporte, así como lanchas rápidas. Los primeros ocho helicópteros de esa ayuda tenían prevista su llegada a Bogotá en los primeros días de esta semana.

En su intervención del domingo, el fiscal general anunció que el primer narcotraficante que será entregado a Estados Unidos por Colombia es Eduardo Martínez, tesorero del cártel de Medellín procesado por un juzgado de Atlanta por blanquear y sacar del país 1.200 millones de dólares (unos 145.000 millones de pesetas) procedentes de la venta de cocaína en Estados Unidos.

Investigaciones israelíes

Mientras tanto, la policía israelí interrogó ayer por espacio de ocho horas al teniente coronel retirado Yair Klein, acusado de haber ofrecido entrenamiento militar en Colombia a los ejércitos privados de los narcotraficantes, informa Reuter.Klein, presidente de la empresa de seguridad Hod Hahanit, dijo que él había facilitado asesoramiento a guardas de ganado y que no conocía nada sobre conexiones con mafiosos del narcotráfico. Según el Ministerio de Defensa israelí, el ex militar entrenó a civiles colombianos sin la debida autorización oficial de Tel Aviv.

El principal instructor militar de la empresa Hod Hahanit, el coronel retirado Arnatzia Shrilali, coincidió con Klein en que él instruyó a "granjeros colombianos oprimidos y víctimas del terrorismo; gente que pedía socorro". Tanto Klein como Shnali fueron puestos en libertad bajo fianza después del interrogatorio, informa Efe. Otro coronel retirado, Abraham Tzadaka, admitió ayer haber servido como instructor de la empresa en Puerto Boyaca, con un salario de "2.000 dólares por entrenamiento"`.

El primer ministro de Israel, Isaac Shamir, se mostró escéptico ante las alegaciones contra los militares y dijo que no creía que expertos de su país hayan entrenado a guardaespaldas de los narcotraficantes colombianos; pero añadió que se investigaría el asunto.

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