Bush: "No habrá medidas contra China"

BERNARD WEINRAUB (NYT), El presidente norteamericano, George Bush, no tiene intención de ceder a las presiones del Congreso de EE UU para imponer más amplias sanciones a la República Popular China. Quiere preservar las buenas relaciones bilaterales y el desarrollo económico y político del país. En una larga entrevista mantenida con The New York Times, el presidente añade que son precisamente estas relaciones, y las que han seguido manteniendo otros países occidentales, las que han permitido "la apertura económica de China y algunos cambios en lo relativo al derecho de expresión de sus ciudadanos".

Bush aborda también otros aspectos de la política exterior norteamericana. En política interior, el presidente afirma que ha pedido al fiscal general y al jefe del Gabinete de la Casa Blanca que estudien la forma de eludir el obstáculo que representa la reciente sentencia de Supremo, que extiende la aplicación de la primera enmienda de la Constitución a las protestas políticas en las que los manifestantes quemen la bandera de EE UU. Estas son algunas de sus respuestas:Situación en China. Los dirigentes chinos están tratando de consolidar su posición de liderazgo. He mantenido diversos contactos, principalmente con el embajador chino en Washington, y no hay nada que me haga cambiar de opinión en torno a preservar las relaciones entre nosotros y las de China con los demás países occidentales. En cuanto a la calificación comercial de país más favorecido que disfruta China, reconozco que EE UU quizá ejerce un papel desproporcionado en esta materia, pero no voy a adoptar ninguna acción, en conjunción con otras naciones, para cambiar esa situación ni para introducirla en otros países. Me parece que hacer eso sería dirigir muy mal la política exterior de EE UU. Tampoco voy a ceder ante las presiones. El presidente de EE UU va a hacer lo que cree correcto. Como presidente he de considerar muchas cosas, cosas que nunca tuve que considerar cuando era un congresista.

Viaje a Hungría y Polonia. [Ante su viaje a Hungría y a Polonia el 3 de julio, ¿qué planes tiene para enviar alguna señal a los movimientos democráticos?]. Ya existe una enorme señal, y es que, como dice Woody Allen, el 90%. de vida está resurgiendo allí. Esto ocurre porque nosotros estamos demostrando estar al tanto de la situación y nos preocupamos por ello. Ahora vamos a ofrecer un paquete de propuestas a Polonia que le podrán servir de ayuda.

Reformas en la URSS. Mi impresión es que Gorbachov tiene la situación bajo control y no se enfrenta con resistencias notables. Siempre que se produce una apertura en un sistema político se origina también la crítica desde dentro, lo cual es una señal muy saludable. Desde la última vez que tuvimos la oportunidad de charlar, no he observado nada que me haga pensar que su posición se haya debilitado. EE UU es actuando en la dirección correcta en sus relaciones con la URSS. Lo importante es que ellos saben que nuestra política exterior no tiene por objeto plantearles dificultades. No hay rivalidad con Gorbachov por el liderazgo mundial. Si su éxito se basa en la reforma y la apertura, el éxito también es nuestro.

Desarme. No vamos a ceder en nuestras posiciones sobre el programa de defensa estratégica (SDI) como condición para avanzar en otros temas. Creo que para los soviéticos ha sido muy importante el hecho de que hayamos superado problemas muy espinosos sobre verificación de armamentos.

Relaciones con Irán. Realizar una aproximación a Irán tras la muerte de Jomeini sería contraproducente en este momento, cuando está todavía por determinar el liderazgo dentro del país. Tenemos ciertos problemas. Irán sabe que van a continuar, y tienen que ver con el tema de los rehenes y la actividad terrorista. Sin embargo, las cosas están cambiando. ¿Quién hubiera dicho hace un mes que Rafsanyani iba a viajar a Moscú?

Quema de la bandera. Me ha sorprendido la decisión del Tribunal Supremo, pero tengo un gran respeto por la institución. En el asunto de la bandera debo decir que me siento muy preocupado, porque es algo muy especial, y sólo hay una. He pedido al fiscal general y al jefe del Gabinete de la Casa Blanca que me recomienden qué podemos hacer.