Acuerdo entre Alfonsín y Menem

J. C. El presidente, Raúl Alfonsín, y el candidato electo, el gobernador peronista de La Rioja, Carlos Menem, se entrevistaron ayer en Buenos Aires, por segunda vez desde la elección del pasado 14, y acordaron que la declaración de estado de sitio en Argentina ha sido una medida adecuada.

Llegó Menem a la capital argentina tras pasar varios días en su feudo de La Rioja y anunciar desde allí que el futuro ministro de Economía de su Gobierno será Miguel Roig, que hasta el año pasado fue vicepresidente ejecutivo de la empresa Bunge y Born, una multinacional argentina propietaria de rnuchas empresas y más de un millón de hectáreas. Este consorcio está considerado la represeritación palpable del capitalismo argentino, una auténtica bestia negra para la izquie rda y muchos sectores del peronismo.

Al mediodía de ayer, tras la entrevista, en la residencia presidencial de Olivos, Menem declaró que no había tratado con Alfonsín del adelantamiento de la entrega del Gobierno. "La fecha para mí", dijo, "es el 10 de diciembre. Lo que decida el presidente de la nación, lo que decida el Parlamento, las autoridades actualmente constituidas, lo vamos a acatar. Estamos preparados para asurnir la responsabilidad que nos pueda venir de los acontecimientos que vayan a ocurrir".

Al término de la entrevista se leyó un comunicado de 11 puntos. En el primero quedó fijada la postura de Alfonsín y Menem sobre la situación: "La acción de grupos; identificados, apoyados en las graves condiciones que atraviesan los sectores de menores recursos en diferentes puntos del país, ha generado condiciones de inestabilidad política e institucional que hacen procedente la medida de estado de sitio decretada, en cuyo contexto deberá el Gobierno garantizar la paz pública, las libertades individuales y la propiedad de todos los habitantes de la nación".

El comunicado recogía también la creación de una comisión conjunta para elaborar el presupuesto, definir políticas de salarios y tarifas de servicios públicos y el envio a EE UU una delegación conjunta para tratar el tema de la deuda externa.