Menem rechaza un acceso anticipado al poder

El futuro presidente de Argentina, el peronista Carlos Menem, de 58 años, rechazó categóricamente la posibilidad de un traspaso anticipado del poder, como se ha especulado en estos días, y afirmó que el presidente Raúl Alfonsín deberá cumplir su mandato constitucional completo, hasta el próximo 10 de diciembre. Pasadas las elecciones y alejado el fantasma de que ningún candidato tuviese la mayoría de 301 compromisarios en el Colegio Electoral, la preocupación se centra en Argentina en la transición de casi siete meses hasta la transmisión oficial del poder.

Se especuló en los días previos a la elección con la posibilidad de que Alfonsín renunciase anticipadamente, para evitar un período de siete meses de incertidumbre y posibles roces entre dos administraciones diferentes, la saliente radical y la entrante peronista.El presidente de la Cámara de Diputados, el radical Leopoldo Moreau, planteó el tema en una declaración "en forma personal" cuando dijo que "no hay que descartar nada que pueda contribuir a la consolidación de la democracia y al afianzamiento institucional". Propuso Moreau que este tema se debata en el Parlamento, que es el lugar adecuado para los acuerdos políticos. Alfonsín ha afirmado repetidas veces, de forma inequívoca, que cumplirá su mandato hasta el final. La decimonónica Constitución argentina, con esos plazos larguísimos, de tiempos en que los votos se llevaban con carretas de bueyes y no existía la cibernética, ha planteado un nuevo problema con una transición que puede presentarse difícil, por la crisis económica y por el hecho de que se plantee por primera vez en la historia argentina un cambio democrático de administración con entrega del poder a la oposición.

Menem -al que la Prensa ya llama presidente electo, aunque falta la votación de los compromisarios- se ha pronunciado sobre el tema. En una entrevista con el diario Página 12, Menem descarta la posibilidad de acortar el plazo de transmisión de mando, porque dice que hay que cumplir los mecanismos constitucionales. "No queremos de ninguna manera transgredirlos", afirma. "La Constitución es clara y el presidente Alfonsín debe cumplir con sus seis años de mandato". Y agrega: "Yo no negocio esos temas, y mucho menos para violar la ley".

El presidente Alfonsín, por su parte, rechazó ayer las renuncias presentadas por sus ministros y anunció que convocará a Menem a una reunión "lo antes posible" para estudiar fórmulas que permitan "facilitar la transición".

La reunión de Gabinete en pleno ayer fue una de las escasas realizadas en los seis años de Gobierno. Un miembro del Gabinete confirmó a este periódico que "si hubo más de una docena de reuniones de Gabinete, a mí no me avisaron". Ésta es una de las críticas que se hacen al estilo de gobierno de Alfonsín, a quien se acusa de falta de capacidad de gestión y de afán de decidir les soluciones a los problemas en pequeño comité. Recientemente un correligionario de Alfonsín, el intendente radical de Rosario Horacio Usandizaga, declaró a la revista. Gente que "Alfonsín tiene un gran defecto: el amiguismo. Cree que los leales son los que le dicen "Sí, Raúl". Nada le gusta más que el sirraulismo, como algunos le llaman a esa actitud".

Grietas del radicalismo

El lunes, Usandizaga cumplió su promesa de que, si ganaba Menem, dimitiría de su puesto y presentó la renuncia al cargo. El Vasco, como llaman al intendente rosarino, es un político que rompe los moldes usuales, porque no tiene pelos en la lengua y no vacila en lanzar piedras contra su propio tejado, si le parece oportuno. En la entrevista de Gente, publicada antes de las elecciones, se advertían ya las grietas dentro del radicalismo. El Vasco denunciaba al entorno de Alfonsín y dijo que Angeloz era víctima de ellos, "se bancó (soporté) los cortes de luz, el fracaso del Plan Primavera, el caos del dólar y las tasas, la soledad. Otro en su lugar les hubiera tirado la candidatura sobre la mesa y los hubiera mandado a...".Entre bambalinas se advertía que en las filas radicales había una lucha sorda de rivalidaes, agravada ante las negras perspectivas electorales. En vísperas de la elección, la esposa de Angeloz acusó a Alfonsín de que la empresa japonesa Honda no se estableciese en Córdoba. Declaró la esposa de Angeloz a la revista La Semana que "una se indigna al escuchar este tipo de cosas. El único responsable de que Honda no esté en Córdoba tiene nombre y apellido: Raúl Alfonsín".

[El presidente del Gobierno español, Felipe González, envió ayer a Alfonsín un telegrama de felicitación por haber dirigido el proceso de recuperación y consolidación de la democracia en Argentina, informa Efe].