Fiesta en Bogotá para presentar la última novela de García Márquez

, "En diciembre vamos a poner de moda el amor", anunciaron los editores, meses antes de lanzar, a finales de 1985, El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. Y desde el pasado mes de enero ellos mismos, los encargados de la.editorial Oveja Negra, anunciaron que en marzo de este afro sería revelado el que hace más de dos años fuera el secreto literario mejor guardado en los últimos tiempos: El general en su laberinto.Primero se dijo que el lanzamiento del libro se haría el 6 de marzo; ese día el creador de Macando cumplía 61 años. Cambios de última hora aplazaron por dos veces la esperada fiesta. Finalmente el lanzamiento se hará mañana martes. Pero no será una gran fiesta como la anunciada para el 6 de marzo. No habrá antorchas ni hombres vestidos a la usanza de los años del libertador Bolívar. El acontecimiento literario tendrá como escenario un centro cultural del norte de Bogotá y se hará sin la presencia del escritor de Aracataca.

El ex presidente liberal Alfonso López Michelse será el encargado de presentar el libro. A él se le entregó el primer ejemplar que salió de la imprenta."Es un libro desolador, triste y escrito con ternura", ha dicho un grupo de privilegiados lectores, entre quienes se encuentra el también ex presidente Belisario Betancur.

Oveja Negra lanza una edición de 700.000 ejemplares. 450.000 se quedarán en Colombia. Los demás cubrirán los mercados de Panamá, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Puerto Rico, República Dominicana y el mercado hispano de Estados Unidos. Del cono sur se encargará la editorial Suramericana de Argentina, empresa que publicó hace 23 años Cien años de soledad.

El pasado 25 de febrero, llegó de México a la editorial Oveja Negra la obra. Era una tira de 40 metros de extensión. Aunque sabían que el texto estaba previamente corregido los editores decidieron darle una última revisión. El diario El Tiempo narró en una crónica lo que calificó como un "lance taurino, en donde los correctores embestían sus puyas gramaticales y García Márquez con elegancia y seguridad hacía con ellos una faena literaria".