La música grabada supera la crisis económica
En 1988 se vendieron en España 45 millones de discos y casetes, por valor de 38.000 millones de pesetas
Los 45 millones de discos y casetes vendidos en España en 1988, por valor de 38.000 millones de pesetas, confirman la recuperación de la industria fonográfica española y el interés del consumidor hacia la compra de música grabada, después de la crisis sufrida en 1984 y 1985. El empuje de las pequeñas compañías y la aparición del disco compacto son, junto a la recuperación económica, las causas de este relanzamiento del sector, que intenta alcanzar las cifras récord obtenidas en 1980.
En 1.988 se vendieron en España 45.176.000 discos y casetes -un 15,6% más que en 1987-, por un valor de 38.288.263.000 pesetas. Estas cifras señalan que la crisis que afectó al sector en 1984 y 1985 se ha superado y el mercado español se dirige hacia las ventas récord de 1980, año en que se vendieron 50 millones de unidades.Los aficionados españoles pueden comprar en 1990 la misma cantidad de discos que en 1980, aunque su valor sea tres veces mayor. Las causas de la paralización del mercado durante toda una década hay que buscarlas en la crisis económica mundial, la cotización desfavorable del dólar y la piratería, que en 1984 absorbía el 52% del mercado de casetes.
Hoy la industria fonográfica vive momentos de euforia. Artistas españoles como El último de la Fila, Mecano, Cantores de Hispalis, Luis Cobos, La Década Prodigiosa, Joaquín Sabina, Victor Manuel, Duncan Dhu y Hombres G venden cantidades cercanas al medio millón de copias, y muchos pertenecen a pequeñas empresas discográficas.
Capacidad de riesgo
En la última edición del Midem pudo comprobarse el empuje de estas pequeñas empresas, que con su mayor capacidad para asumir riesgos artístico-comerciales han revitalizado el mercado. Por su parte, las cinco grandes multinacionales que copan el 40% del mercado mundial apuestan sobre seguro y se muestran más preocupadas de potenciarse como editoras. En España, las pequeñas empresas están cada vez más receptivas ante iniciativas de fusión, único sistema para conseguir una cuota de mercado que las permita competir en 1992, dentro del mercado libre comunitario.El creciente interés hacia el disco compacto también ha representado una agilización del sector. En 1988 se vendieron en España 2.487.000 unidades -un 5,5% del total del mercado-, cantidad que representa un 121% de aumento respecto a las conseguidas en 1987, pero todavía lejos de los porcentajes existentes en la Europa comunitaria -donde absorben un 10,8% del mercado de música grabada- y de países que han asimilado de inmediato las aportaciones tecnológicas. Japón es el ejemplo más representativo, y en 1988 el 59% de su producción total de música grabada se vendió en for mato de disco compacto. La desaparición del single (disco de dos canciones) es una realidad en todo el mundo, y el mercado español participa de esta tendencia, unida al crecimiento lento pero firme de las ventas de elepés -el 39,4% del mercado- y casetes -el 51,6%.
España se incorpora con retraso a las nuevas propuestas tecnológicas. Mientras las primeras estadísticas de ventas de discos compactos aparecen en todo el mundo en 1983, en el mercado español lo hacen tres años mas tarde, en 1986. Esta incorporación tardía puede darse también en el vídeo-disco compacto, que ya es una realidad en los países más desarrollados. En Francia ya hay instalados 6.000 reproductores, a un precio medio de 140.000 pesetas. La multinacional Polygram ha editado más de 150 títulos de música rock y clásica, y la primera tirada de 50.000 unidades -con Tina Turner y Dire Straits entre los más vendidos- se agotó rápidamente, a pesar de que el precio de estos discos puede llegar hasta las 4.600 pesetas. Este nuevo soporte todavía no se ha introducido en España, alejada una vez más del futuro inmediato del sector.
Babelia
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