Bhutto desmiente en Pekín que quiera invadir Afganistán

La primera ministra paquistaní, Benazir Bhutto, desmintió categoricamente en Pekín las acusa ciones formuladas el pasado sábado por el presidente afgano, Najibulá, relativas a un plan de Pakistán para anexionarse Afganistán después de la retirada soviética. Najibulá aprovechó esta denuncia para solicitar a sus compatriotas "una guerra santa" contra el vecino Estado oriental.Bhutto, en el transcurso de una conferencia de prensa en la capital china, donde se encuentra en visita oficial, desmintió también que su Gobierno tenga planes para formar una confederación afgano-paquistaní, según la propuesta de Sulbuddin Hekmatyar, dirigente de los guerrilleros fundamentalistas islámicos de Afganistán.

Acerca de las acusaciones de Najibulá respecto a una eventual concentración de tropas paquistaniés en la frontera afgana con el fin de iniciar una invasión, Bhutto declaró: "No me extraña que declaraciones de este tipo procedan de Kabul, porque su finalidad es desviar la atención de los verdaderos problemas [del régimen prosoviético]".

La primera ministra aseguró, por otra parte, la coincidencia de criterios con su homólogo chino, Li Peng, quien se mostró 'inuy preocupado ante la posibilidad de una guerra civil en Afganistán" después de la retirada soviética.

Acusaciones soviéticas

Mandos soviéticos que aún permanecen en Afganistán respaldaron por su parte, ayer, las acusaciones lanzada por Najibulá contra Pakistán, informa Mark Urban desde Kabul. Según fuentes de la embajada soviética en Kabul, entre 4.000 y 5.000 soldados paquistaníes se han concentrado cerca de la frontera, en Landí Kotal, mientras que un número similar de fuerzas irregulares paquistaníes combaten en la provincia de Nangarhar, cuya capital, Jalalabad, puede caer muy pronto en manos de los rebeldes. Testigos independientes han confirmado que Pakistán realiza labores de apoyo a los rebeldes dentro de su territorio, pero dudan de que tropas de ese país hayan entrado en Afganistán.

El presidente afgano, Najibula, apareció ayer en televisión para afirmar que el presidente paquistaní, Ghulam Ishak Jan, y los líderes rebeldes han fraguado un plan para absorber Afganistán y dijo que la superviviencia de la nación está en peligro.

Ayer también el Gobierno afgano lanzó un mensaje a la guerrilla para iniciar "negociaciones directas, sin intermediarios y sin condiciones" para encontrar una solución pacífica al conflicto que afecta al país.

Entretanto, importantes cantidades de comida y combustible llegaron durante el pasado fin de semana a Kabul, gracias a que las tropas afganas lograron reabrir la ruta de Salang, tras una operación contra los rebeldes entre Charikar, unos 80 kilómetros al norte, y la capital. La llegada de nuevos pertrechos, calificada por funcionarios norteamericanos como "un gran logro", representa un oimportante éxito para el Gobierno afgano.