Promotores y músicos urgen la construcción del auditorio de Barcelona

AGUSTÍ FANCELLI, Promotores de conciertos, intérpretes y políticos consideran necesario realizar con prontitud el nuevo auditorio de Barcelona, cuyo proyecto se ha visto frenado por la reciente visita a la capital catalana del ministro de Cultura, Jorge Semprún, el cual declaró que había que considerar si la ciudad necesitaba realmente un nuevo edificio o sus necesidades podían quedar cubiertas con el Palau de la Música, actualmente en proceso de reforma.

Con sus declaraciones, el ministro ha vuelto a reavivar una polémica que en Barcelona se dio por cerrada hace tres años cuando un estudio realizado por el actual rector de la Universidad de Barcelona, Josep Maria Bricall, y el economista Joan Trullén, por encargo del Centre d'Estudis de Planifica ció dio como resultado que la oferta de localidades para el consumo de música en Barcelona se halla muy por debajo de la media de capitales europeas.Aquel estudio concluyó que para una población que supera los tres millones de habitantes había que aumentar en 3.300 las plazas disponibles. Con ello se obtendría un nivel de 1,5 plazas por cada mil habitantes, equiparable a las 1,6 plazas de Londres y sensiblemente por debajo de París, cuya media es de 2,9. Las cifras actuales de Barcelona se sitúan en 0,65 plazas por mil habitantes, cifra que se ve considerablemente reducida si se considera toda el área metropolitana.

Las declaraciones de Semprún, de quien se esperaba la aprobación política del proyecto en su reciente visita a la ciudad, han provocado reacciones en diversos círculos profesionales y políticos consultados por este diario. Globalmente se ha coincidido en señalar que Barcelona iba ya retrasada en este tema. Por lo demás, la construcción del auditorio, que será la sede de la Orquestra Ciutat de Barcelona, ha sido vincula da por diferentes fuentes consultadas con el desarrollo de esta formación sinfónica, cuyo proceso de crecimiento y consolidación puede verse obstaculizado por el retraso.

Mínimas condiciones

El promotor de conciertos Josep Maria Prat, usuario habitual del Palau de la Música donde se celebra el ciclo de Ibercámera, considera el asunto del auditorio desde una triple perspectiva: "Como ciudadano, creo que la OCB no llegará a completar su proyecto de reconversión si no dispone de un instrumento adecuado como es el auditorio. Como promotor de conciertos, puedo decir que cada vez se me hace más dificil invitar a directores como Baremboim o Celibidache, porque para ellos el Palau de la Música no reúne las condiciones oportunas. Finalmente, como filarmónico puedo decir que en Barcelona no podemos escuchar un concierto sinfónico con las mínimas condiciones de calidad".

Raimon Robera, gerente de la OCB, dijo que de la orquesta se obtendrá el rráxirno rendimiento sólo si se dispone del instrumento adecuado. "El Palau no lo es no ya por las dimensiones de su escenario, sino por la falta de instalaciones permanentes para los músicos y el público".

El coordinador del área de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, declaró a este diario: "Barcelona tiene un déficit importante en infraestructura cultural. Aparte del Museo Picasso y de la Fundación, Miró, el resto de equipamientos culturales han sido realizados durante la primera mitad del siglo XX, sin que haya habido ninguna renovación". "Creo", añadió, "que el auditorio debe contemplarse en la perspectiva global de la ciudad. No tiene sentido establecer una lista de prioridades, decir si antes conviene restaurar el Palacio Nacional, la Casa de la Caritat o bien construir el auditorio. Lo que sí esta claro es que en museos y en salas de conciertos es donde Barcelona tiene su talón de Aquiles".

En este mismo sentido se pronunció Joaquim Triadú, jefe de relaciones institucionales del Departamento de Cultura de la Generalitat: "Lo que importa es que Semprún ha constatado sobre el terreno el déficit existente en Barcelona en concepto de infraestructura cultural.

El director y compositor Cristobal Halffter, que se encuentra en Berlín, señaló por su parte que le parecía "necesaria" la construcción del nuevo auditorio, ya que una ciudad como Barcelona "precisa no ya de un Palau de la Música, sino de tres. El Palau, con todo el respeto por lo que supone para la tradición musical barcelonesa y catalana, se ha quedado pequeño".

En esta misma apreciación coincidió el director Antoni Ros Marbá, quien añadió que los metros cúbicos de aire del Palau no son suficientes para la "embestida sonora" de una orquesta sinfónica.

"En Barcelona nunca se ha escuchado sonar de verdad a una orquesta sinfónica", manifestó el director de la Joven Orquesta Nacional de España, Edinón Colomer. "La necesidad del auditorio debe contemplarse como consecuencia de una realidad así de simple y grave".

El también director Miguel Ángel Gómez Martínez señaló que estaba seguro de que el ministerio comprendería las necesidades de una ciudad como Barcelona: "No es que el Palau no tenga una buena acústica, es que se ha quedado pequeño; con una segunda sinfonía de Mahler, que dirigí hace algún tiempo, tuve que reducir la orquesta, porque entre ella y el coro no se cabía en el escenario".