Objetivo , Bonn

La comparación del armamento de ambos bloques publicada hace una semana incluye los misiles nucleares tácticos con un alcance inferior a 500 kilómetros, sobre los que no se negociará en Viena y en los que el Pacto de Varsovia reconoce una abrumadora superioridad: 1.608 contra 136 el adversario occidental.No es tanto la confesión de la aplastante ventaja la que llama la atención de diplomáticos occidentales como su inserción en la lista, que puede dar a entender que Moscú insiste de nuevo en vincular las conversaciones de desarme convencional con la eliminación de esos cohetes de corto alcance provistos de cabezas atómicas, a lo que se niega la OTAN.

La superioridad de 11,8 a 1 a favor del Pacto de Varsovia explica por qué el jefe de la diplomacia soviética, Edvard Shevardnadze, anunció en la clausura de la CSCE que su país retirará unilateralmente "varias decenas" de misiles nucleares tácticos de Europa del Este. "Nuestra acción unilateral", añadió, "presupone una moderación reciproca multilateral".

Esta primavera, la OTAN debe en principio, tomar una decisión sobre la puesta al día de su arsenal táctico que es prioritaria para EE UU y el Reino Unido y, con vistas a preparar esa reunión del Grupo de Planes Nucleares, el general John Galvin, comandante en jefe de la OTAN, acaba de redactar el Estudio sobre las necesidades de armas nucleares, en el que aboga por la modernización.

Las palabras de Shevardnadze han hecho mella en el más dubitativo de los aliados: Alemania Occidental. En un país donde el 55% de los ciudadanos se pronuncia contra la modernización y preconiza un desarme nuclear unilateral de la OTAN, gran parte de la clase política alemana se pregunta si es necesario tomar en primavera esa decisión tan costosa políticamente para acabar negociando la eliminación de los últimos misiles atlánticos basados en tierra.

Ante el Parlamento, el titular alemán de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, se ha disociado de nuevo de la postura común de la OTAN al solicitar la elaboración de un mandato para negociar con el Este una reducción del número de misiles nucleares, y Dregger, presidente del grupo parlamentario democristiano, defendió la supresión de todas las armas nucleares tácticas.