Delors enumera los retos de la nueva Comisión

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, presentó ayer, ante el pleno del Parlamento Europeo, los objetivos de la CE hasta finales de 1992, fecha hasta la que se extiende el mandato del nuevo equipo de comisarios que entró en funciones el pasado 6 de enero. Al margen de "la mitad del camino" que falta por recorrer para aprobar las 300 directivas que darán pie al gran mercado sin fronteras, Delors concretó los objetivos en la unión económica y monetaria a definir, la dimensión social, la construcción de la Europa de la cultura y la educación, la política de medio ambiente y el papel de la CE en el mundo, con la necesidad de firmeza en el conflicto comercial con EE UU. Delors aprovechó su intervención para saludar a la delegación de palestinos e israelíes, presente en el hemiciclo, "como un símbolo que nos llena de esperanza".El largo, denso y detallado discurso de Delors suscitó satisfacción entre los parlamentarios, halagados por el refórzamiento de poderes que propugnó para la cámara, y fue elogiado por el presidente del Parlamento Europeo, lord Plumb, por lo que la votación de investidura de la nueva Comisión, que se producirá hoy, se presenta sin problemas. Tan sólo el radical italiano Marco Pannella se quejó de que la exposición hubiera consumido más de la mitad del tiempo disponible para las preguntas.

"La casa está en orden y la historia no espera", dijo Delors, para quien la construcción del mercado único marcha a buen ritmo. Símbolo de ese futuro atractivo de 1992 es la buena marcha de la economía, que ha permitido crear el año pasado 1,6 millones de empleos y ha experimentado un ritmo de inversiones desconocido desde hacía 21 años. Es necesario, en cambio, acentuar en 1989 y 1990 la adopción de decisiones.

Como retos para el futuro, además de llevar a buen término la totalidad del Acta Única, está la construcción "paso a paso" de una unión económica y monetaria, que permitirá acrecentar los beneficios del mercado único. Con una política común, explicó, la creación de empleo pasaría de dos a cinco millones de puestos de trabajo. Y con "un sistema de bancos centrales independientes de las políticas económicas nacionales" se podrá obtener todos los beneficios de la libertad de movimientos de capitales.

Es necesario además avanzar en todos los frentes y garantizar la libre circulación de personas con la dimensión social y construir un espacio audiovisual que rompa el monopolio técnico de los japoneses y el dominio en los programas ejercido por los norteamericanos. La construcción de una Europa de la educación, la sociedad y la cultura garantizará la libertad de las ideas, una "quinta libertad no prevista en el Tratado de Roma, pero indispensable para encarnar nuestro proyecto". Pero acaso donde Delors estuvo más firme fue al encarar el papel de la CE en el mundo. La Comunidad de 1992 será interlocutora y socia, como corresponde al primer exportador mundial, que resultaría el primer perjudicado si se refugiara en el proteccionismo.