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El Ministerio de Cultura considera "muy apretado" construir el Auditorio de Barcelona para 1992

Rafael Moneo presentará el proyecto ejecutivo en los próximos días

El director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), José Manuel Garrido, considera "muy urgente" llegar a una definición de las instituciones públicas que han de financiar el proyecto de Auditorio de Barcelona, que se construirá en la zona de la plaza de las Glòries, y la inmediata firma de un convenio entre dichas instituciones, si se quiere incluir el proyecto en las obras que deben quedar acabadas para antes de la celebración de los Juegos Olímpicos, en 1992. "Vamos con unos tiempos muy apretados, aunque ignoro si el auditorio debe quedar terminado ese año. Para nosotros lo importante es que se haga. Si coincide con 1992 mejor, pero si no, da igual", añade Garrido. En una entrevista concedida a este diario el pasado domingo, el alcalde de la ciudad, Pasqual Maragall, manifestaba su confianza en contar con la sala de conciertos para la cita olímpica. Para el Auditorio de Barcelona ha empezado el momento de una acuciante cuenta atrás.

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Una larga historia

Según ha podido saber este diario, el arquitecto Rafael Moneo, responsable del diseño del edificio, tiene prácticamente finalizado el proyecto ejecutivo, que presentará oficialmente al Ayuntamiento en los próximos días. En dicho proyecto se encuentran ya estructurados los espacios interiores del edificio, del que hasta ahora sólo se conoce la maqueta exterior.Las previsiones municipales apuntan a que en febrero debería abrirse el plazo de concurso público para la adjudicación de las obras. En abril se tendría que haber Negado a una determinación sobre la concesión, para iniciar las obras antes del verano. De ser así, las fuentes municipales consultadas consideran que aún se está a tiempo para cumplir con el compromiso de 1992, teniendo en cuenta que las obras, en base a las previsiones del arquitecto Moneo, podrían durar unos dos años. Las mismas, fuentes no ocultaron, sin embargo, que de no cumplirse estas previsiones "empezaría una cuenta atrás" que podría comprometer seriamente la puntualidad de la realización del complejo, que constituye una de las aportaciones de infraestructura cultural más importantes prevista para los próximos años.

La situación depende en la actualidad de que el Ministerio de Cultura haga explícita una decisión política que el municipio barcelonés confía en que ya ha sido tomada. "En la fase actual", señala el director general del INAEM, "esperamos una definición de cuáles van a ser las aportaciones de las varias instituciones para este auditorio, hasta llegar a la firma de un convenio. Nuestra voluntad es de hacer un esfuerzo presupuestario para Barcelona, por razones de sensatez política. Es decir, creemos que Barcelona ha de ser contemplada como caso fuera de la normalidad [del Plan general de auditorios españoles], pero no puedo decir más. Hay que sentarse a hablar y es en ese momento cuando el Ministerio de Cultura se pronunciará".

Proyecto de convenio

Según ha podido saber este diario, en septiembre del pasado año el Ayuntamiento remitió un proyecto de convenio al Ministerio de Cultura en el que se determinaba que las dos administraciones debían ser las responsables de la financiación de las obras, cuyo coste asciende a unos 3.000 millones de pesetas. Según dicho proyecto, el municipio aportaría el solar y el acondicionamiento previo del terreno, mientras que el ministerio se haría cargo de las obras de construcción del edificio. Al parecer, existe un acuerdo tácito sobre este punto, quedando el tema pendiente del visto bueno del ministro de Cultura, Jorge Semprún, que debería hacerlo explícito en una próxima visita a Barcelona.En cuanto los plazos de financiación, José Manuel Garrido especifica que, a partir de la firma del convenio entre las instituciones, "podríamos disponer de un montante económico este mismo año para poner en marcha el proyecto". El director general afirma, sin embargo, quedesconoce la cuantía exacta de esta primera cantidad, al haber sido rernitidos los presupuestos generales del Estado hace pocos días y no haberse realizado aún el reparto de acuerdo con las previsiones de este año. "El grueso de la financiación, sin embargo, debería contemplarse en los presupuestos de los años 90, 91 y 92. Hablo de tres anualidades como plazos que en estos momentos me parecen más factibles de acuerdo con nuestra posibilidades, aunque quizá podrían acortarse".

Por lo que se refiere a la modalidad de convenio que debería firmarse, y si en él debería considerarse o no la participación de la Generalitat de Cataluña, Garrido apunta que "no tenemos modelos únicos que estemos aplicando por igual a todas las situaciones con las que nos hemos ido encontrando a lo largo de estos años. En algunos casos el convenio ha sido firmado entre ministerio, ayuntamiento, diputación y gobierno autónomo: quizá con tres instituciones hubiera podido ser suficiente desde el punto de vista presupuestario, pero simbólicamente se ha aceptado la participación de todas ellas".

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