Arte moderno en Valencia

Valencia se prepara a inaugurar, el próximo mes de febrero, uno de los proyectos culturales de mayor envergadura de cuantos ha pro movido el Gobierno autónomo. La sede del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), con sus 15.000 metros cuadrados de superficie útil, sus nueve galerías de exposición y sus colecciones de Julio González, Pinazo, Equipo Crónica y Arroyo, entre otros, pretende incorporar la ciudad al circuito de los grandes centros artísticos de Europa y del mundo.

Ubicado en el centro histórico de la ciudad, el nuevo edificio del IVAM, diseñado por un equipo de arquitectos valencianos, cuenta con los más modernos medios de conservación y seguridad, así como con 6.500 metros cuadrados de oficinas, talleres de restauración y almacenes.La concepción del edificio responde a los criterios con los que fue esbozado el proyecto por Tomás Llorens, actual director del centro Reina Sofía, en Madrid, y hasta el pasado mes de junio responsable de la creación del IVAM desde su cargo de director general del matrimonio en la Consejería de Cultura de la Generalitat. Llorens inició hace casi cinco años, por encargo del conseller Ciprià Ciscar, el desarrollo de este museo, que ha tenido que superar críticas por su supuesto "elitismo" y que en 1990 habrá significado una inversión de 4.200 millones de pesetas.

Dirigido actualmente por Carmen Alborch, el IVAM tiene un consejo rector en el que se integran expertos como el director del museo del Prado, Alfredo Pérez Sánchez; la conservadora del Centro Pompidou, en París, Margit Rowell; el propio Tomás Llorens; y los críticos e historiadores Francisco Calvo Serraller, Valeriano Bozal, Felipe Garín, Román de la Calle y Francisco Pérez García.

Las dos colecciones permanentes con las cuales contará el IVAM han supuesto inversiones económicas de 417 y 200 millones de pesetas, respectivamente. Se trata de un conjunto de dibujos y esculturas del artista catalán Julio González, comprado en 1985, y de 105 pinturas y 370 dibujos del pintor valenciano Ignacio Pinazo, adquiridas en 1987.

Por otra parte, el nuevo museo dispondrá de fondos artísticos del informalismo español, a partir de los cuales se organizará la exposición inaugural del IVAM. Entre estos fondos, y siguiendo el criterio de disponer de colecciones amplias de un número reducido de artistas, figuran piezas de Saura, Millares, Tápies y Chillida. El Equipo Crónica, formado por los valencianos Manuel Valdés y Rafael Solbes hasta la muerte de este último en 1981, y Eduardo Arroyo, representarán el período de inflexión de los años 60, con sendas colecciones. En la actualidad, el IVAM desarrolla una política de adquisiciones de obras de artistas extranjeros como Fontana, Masson y Lindner.

Pese a la presencia de algunos artistas valencianos entre los que tendrán su obra representada en el IVAM -la fundación Josep Renau, por ejemplo, ha depositado en el museo los fondos de este cartelista y muralista del período republicano-, alunos sectores culturales han pedido una presencia prioritaria del arte moderno autóctono en el museo.

Tanto Llorens como Alborch se han mostrado, sin embargo, inflexiblrs en la consideración del nucleo centro de arte como plataforna de contacto de Valencia con los circuitos internacionales y, a pocos meses de la inauguración, las polémicas suscitadas por esta cuestión parecen haber remitido.

En su ya completa programación de exposiciones para el año 1989, el IVAM ha desvelado lo que será, sin duda, una de las claves de su funcionamiento: la estrecha colaboración con otros museos y, en especial, con el centro Reina Sofía.