_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Tarragona, peligro público

Tarragona, con sus cuatro centrales nucleares e industria petroquímica, se ha convertido en una plataforma explosiva desde la cual puede surgir en cualquier momento la catástrofe, de la cual serán principalmente responsables ante la historia y la humanidad quienes han tenido buen cuidado de airear las ventajas económicas y de progreso de tales industrias, pero sin preocuparse de arbitrar medidas para prevenir eficazmente aquellas trágicas posibilidades.El agua de los pantanos de Sau, Susqueda y El Pasteral, que luego de potabilizada sirve en un 60% para abastecer a Barcelona y su entorno, y el resto para Gerona y la parte central de la Costa Brava, se halla en estado de putrefacción debido principalmente a los nitratos y fosfatos que saturan los vertidos industriales del Ripollés y Vic. No se hallan en mejores condiciones las aguas del resto de los ríos catalanes, convertidos en cloacas, con grave deterioro del patrimonio piscícola.

En cuanto al entorno natural, el paisaje, el aire y demás factores ambientales han sufrido y padecen graves atentados que se traducen en altos índices de contaminación, polución y deterioro ecológico, todo lo cual afecta negativa y gravemente a la salud.

Barcelona, según reportaje televisado en Gran Bretaña, es una ciudad enferma por diversas causas, de las que sobresalen la contaminación, la alta humedad y deficiente salubridad, por lo que un elevado porcentaje de sus habitantes, un 50% según dicho reportaje, se hallan aquejados de enfermedades crónicas.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Si los políticos que mandan y deciden estiman que el progreso y la riqueza, los dos objetivos de la sociedad de consumo, se han de conseguir en perjuicio del equilibrio ecológico, de la sabia armonía con que el Creador ha dotado nuestro planeta, de la calidad de vida, de la salud física, espiritual y psíquica, es hora de decir basta y renegar de este falso progreso, al cual nos obligan a sacrificar años de nuestra existencia, tranquilidad y serenidad de espíritu a cambio de un prematuro entierro, eso sí, de primera, con numerosas coronas cuyas flores, claveles, rosas, etcétera, han perdido hace años su peculiar y olvidado perfume.-Modest Verdaguer i Nicolau.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_