Méndez Leite asegura que la nueva ley del cine mejorará las condiciones de los créditos
La hegemonía del cine norteamericano no debe perjudicar al español
La actual política cinematográfica del Instituto de la Cinematografía (ICAA), sobre todo en su sistema de subvenciones al cine español, es reiteradamente críticada por algún estamento del sector. Fernando Méndez Leite, responsable del ICAA, opina que el cine americano es el mayor enemigo de la industria española y que está dispuesto a regular el sistema de distribución. Anuncia que la aparición de una nueva ley del cine es inminente, y en sus declaraciones se atisba un nuevo sistema de subvenciones con mejores condiciones de crédito.
Se anuncia también la voluntad de frenar, en la próxima reunión del 15 de diciembre con las distribuidoras norteamericanas, las actitudes monopolistas en el mercado. La ley estará apoyada en una serie de medidas que contemplan la creación de oficinas en el extranjero para promover y vender nuestro cine -la primera se abrirá en Los Ángeles-, y los presupuestos del próximo año también incluyen el inicio de la informatización en el control de taquilla. El escaparate de los festivales, donde se exhibe con dignidad nuestra cinematografía, necesita una buena acogida en los mercados para aunar su rentabilidad industrial a su calidad artística, que en nada tiene que envidiar a la mayor parte del cine europeo, en criterio de Méndez Leite.Pregunta. Además del escaparate internacional de nuestros festivales y de los mercados del filme que hay en algunos de ellos, ¿qué proyectos existen para promover la venta de nuestro cine al exterior?
Respuesta. Tenemos aprobado abrir una oficina en Los Ángeles en el presupuesto de 1989, para promover la venta de nuestro cine. Creemos que dicha ciudad es un punto clave tanto para los circuitos comerciales de aquel país como para los específicos de habla hispana. Y también es un buen punto para el mercado latinoamericano. Para completar la operación, también sería bueno abrir oficinas en Miami y en Nueva York. Para el mercado europeo creo fundamental que abriéramos otra en París, y sería importante tener otra en Tokio.
P. ¿Cuál es el principal enemigo del cine español?
R. El mercado internacional está dominado y controlado por las compañías norteamericanas. Y para el cine español es tan dificil meter la cabeza en él como para las cinematografías italiana, francesa o alemana. Pero es una lucha en la que hay que insistir, pues además ya hay unos resultados evidentes en los últimos años. El cine español está empezando a dar sus frutos en el extranjero. Hoy es dificil acudir a ninguna capital importante y no encontrar alguna película española en cartel, cuando hace unos años no había nada.
P. ¿Beneficia o perjudica que la cinematografía comunitaria ocupe cuota de pantalla?
R. El balance no es positivo ni negativo; había que entrar en la legislación de la Comunidad Económica Europea; además así también hay menos dificultad para que programen en la CE. El enemigo no es europeo, todo lo contrario. Contra lo que hay que luchar es contra la imposición de un código de lenguaje, el del cine norteamericano, que penetra también por la televisión.
Yo creo que el enemigo es el cine norteamericano, lo cual no quiere decir que no tenga virtudes: técnica perfecta, buenos operadores, músicos, actores etcétera. Pero son películas hechas por ordenadores, y es un horror lo que está haciendo ese cine en la actualidad. Aunque también hacen películas magníficas, y ojalá que todos los año entre un Woody Allen, un Scorsese, un Coppola y un Paul Newman, pero desgraciadamente no es la base del cine norteamericano que se estrena. Ésa es la excepción; tan excepción es para el cine norteamericano una película de Coppola como una de Almodóvar, pongamos por caso; son gente que no tiene nada que ver con la base de lo que se está haciendo.
P. ¿Cómo puede paliar el problema el ICAA?
R. No se trata de prohibir que entre ninguna película. Lo que es necesario es regularizar el mercado y que en ese mercado no exista actitud monopolista. Desde el punto de vista legislativo es necesario regular unos límites en la contratación de las películas en el mercado español. En este momento, las compañías norteamericanas están exigiendo un altísimo porcentaje al exhibidor por las películas que distribuyen.
También hay que regular el sistema de lotes (el exhibidor, para estrenar una película buena, tiene que aceptar otras malas); el ministro de Cultura ya se ha manifestado a este respecto, y el día 15 de diciembre tenemos una reunión con las compañías norteamericanas en la que se va a plantear la cuestión. Nosotros no pretendemos perjudicar el negocio del cine norteamericano en España, pero sí que no perjudique ni al cine español ni a las otras cinematografías europeas. Yo soy partidario de que la contratación debe hacerse película a película, y no por lotes.
P. ¿Qué ayudas y subvenciones tiene una película española?
R. El ICAA dispone anualmente de un presupuesto de 2.500 millones de pesetas a fondo perdido para subvencionar el cine español. Una película puede tener una ayuda de hasta el 50% de su presupuesto. Esta ayuda la decide un comité integrado por 15 personas.
Defectos y virtudes
A pesar de ello, este sistema, que tiene defectos y virtudes y que se va a modificar, tiene un problema, por lo que no soy partidario de él, y es que en la comisión no debe estar representada la industria corporativamente, pues lleva a susceptibilidades y suspicacias y a una dificultad grave por parte del director general, en este caso mía, de responsabilizarme de las subvenciones. Creo que debe ser el instituto el que se responsabilice directamente de cómo se administra el dinero del fondo, conclusión a la que he llegado después de tres años. Lo que sí debe haber es una comisión que estudie los proyectos de una forma muy seria, que emita informes exhaustivos por escrito, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista de su contenido y de la calidad del guión, y que, en base a ese informe, el directer general tome la decisión.Pero, volviendo al tema de las subvenciones, toda película que tenga un presupuesto que sobrepase los 55 millones de pesetas tiene derecho a una subvención del 25% de su presupuesto. También tiene derecho a otro 25 % de subvención si una vez terminada obtiene la calificación de especial calidad, que la determina la comisión de valoración técnica. Además de las posibles ayudas por anticipos y subvenciones, toda película recibe a posteriori un 15 % sobre su recaudación en taquilla.
Y finalmente, cuando las recaudaciones sobrepasan el presupuesto de la película, ese dinero queda como excedente para un próximo proyecto.
P. ¿Son fiables actualmente los datos sobre las recaudaciones de taquilla?
R. No hay datos fiables, aunque existen estudios de compañías privadas por parte de la distribución y de la producción que estiman entre un 20% y un 50% de defraudación.
Babelia
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