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"Nicaragua pasa hambre", asegura el comandante sandinista Luis Carrión

Antonio Caño

La economía nicaragüense se encuentra en un estado crítico, sin ninguna reserva de divisas, con una infraestructura productiva (puertos y carreteras) al borde de la destrucción total, un estancamiento de los créditos, tanto de países occidentales como socialistas, y sin perspectivas de solución para la sangría que ocasiona la guerra. Como consecuencia, "el país pasa hambre". Este es el panorama actual de Nicaragua trazado por el ministro de Industria y Comercio, comandante de la revolución Luis Carrión, uno de los nueve miembros de la dirección nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

"La economía nicaragüense se encontraba ya en una situación crítica desde antes del huracán, por la conjunción de una serie de circunstancias y efectos; en primer lugar, por la guerra de presión de la Administración norteamericana, que desde hace ocho años nos ha obligado a dedicar ingentes recursos a la defensa", afirma el comandante sandinista en una entrevista concedida a EL PAÍS.El Gobierno destina a la guerra algo más del 50% del presupuesto nacional, según Carrión, un economista de 36 años de edad en cuyas manos se puso desde el pasado mes de abril la responsabilidad de la conducción económica.

"Esto no quiere decir que todo lo que hayamos hecho nosotros haya estado bien hecho. Hemos cometido errores. Por ejemplo, no siempre seguimos una política que estimulara la producción agropecuaria".

Entre guerra y errores, lo cierto, según reconoce el comandante Carrión, es que "el deterioro que se ha acumulado es muy grande". "Hemos acumulado", explica, "una tremendas carencias de todo el sistema productivo; no tenemos disponibilidad de divisas, nuestra reserva de divisas es cero, es decir, estamos siempre por debajo, estamos dependiendo de la venta por adelantado de nuestras cosechas".

Créditos externos

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De eso y de las líneas de créditos externos, cuyos montos globales, según el ministro nicaragüense, se han mantenido en niveles estables, mientras que han crecido la población y las necesidades del país. "Una serie de cosas comienzan a hacer crisis por el deterioro acumulado. Tenemos, por ejemplo, en situación peligrosa el puerto de Corinto (el único puerto comercial del país, en el Pacífico), que puede quedar inutilizado si no iniciamos este año obras urgentes para su proteccíón. Las carreteras están en un estado desastroso y ahora, durante el huracán, perdimos un barco'".

La producción sigue cayendo cada día como consecuencia, fundamentalmente, según el Go bierno, de la falta de divisas. "El estrangulamiento del sector ex temo", dice Luis Carrión, "el es trangulamiento de la disponibilidad de divisas que nosotros su frimos supone un obstáculo muy grave para la reactivación de la producción". Según el comandante sandi nista, "el esfuerzo que se está ha ciendo es, a costa de afectar aun más el nivel de consumo interno, tratar de promover la produc ción exportable, es decir, que los escasos recursos de los que dispone el país se vayan hacia la producción exportable".

La expresión más dramática de esta crisis es la escasez de alimentos. El comandante sandinista Luis Carrión afirma que "sí, existe algún problema de hambre"."No tenemos una situación de hambruna, pero los niveles de desnutrición se nos han elevado y eso es un indicio de que hay hambre entre la población", añade el dirigente.

El Gobierno asegura que está dispuesto a tomar cualquier medida necesaria para hacer frente a esta situación, sin limitaciones políticas o ideológicas. "No tenernos esquemas rígidos para tomar decisiones en el terreno económico", dice Carrión. "Estamos tratando de hacer lo que nos parece más eficaz en un momento determinado".

La situación actual, sin embargo, no parece recomendar, en opinión del ministro de Industria y Comercio, una mayor liberalización económica. "En este momento, el mercado ya es el factor fundamental de la economía nacional. Ahora bien, un sistema detotal libre mercado, como en Costa Rica o en otros países, no es meramente una opción política; en las condiciones de Nicaragua es sencillamente imposible".

Una de las muestras de la apertura del sistema económico nicaragüense es el hecho, según Carrión, de que "aquí los empresarios ganan dinero y producen en las mismas condiciones que el restó del país".

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