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Una antológica de Lucio Muñoz abre la temporada

Carlos III, Le Corbusier, Goya, Salle, Viola, Gaya y Castelli, en el calendario de exposiciones de arte

Una antológica de 85 cuadros del pintor Lucio Muñoz, miembro de la generación abstracta o del cincuenta, inaugura mañana en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid la temporada artística de los grandes centros públicos. En las próximas semanas se irán sucediendo las presentaciones de muestras en Madrid y Barcelona, donde destacan las colecciones, como la Philips y Leo Castelli; las colectivas, como La razón revisada de artistas alemanes o de pintura inglesa, de Hogarth a Turner; las monográficas sobre Carlos III, junto a Goya y la Ilustración, o las de Matisse, Manuel Viola, David Salle, Werner Rischof, Ramón Gaya y Julio Cano Lasso. También esta semana comienzan las aperturas en las galerías privadas.

El Centro de Arte Reina Sofia abre sus salas por primera vez a una antología de un pintor español vivo. Lucio Muñoz, de 58 años, de la generación abstracta, asistía ayer a la colocación de 85 cuadros, seleccionados por los comisarlos María Luisa Martín de Argila y Juan Manuel Bonet y montados por Juan Ariño. La obra, recogida durante un año, abarca desde telas de 1952, realizadas en la escuela de Bellas Artes, hasta cuadros recién pintados.El pintor Antonio López lleva a la exposición un cuadro de su amigo Lucio Muñoz de 1955 que había sido su regalo de boda. Tras realizar un rápido paseo por las salas, Antonio López dice que "Lucio es un gran pintor español y aquí va a quedar claro", para destacar que es "un hecho absolutamente justo" la realización de la antológica. "Hay que destacar lo gran pintor que es ya desde el principio, con una potencia extraordinariamente y, además, siempre es el mismo".

"Se remueven muchas cosas", dice Lucio Muñoz al encontrarse con cuadros pintados hace 30 años, que en un principio perturbaron al artista mientras realizaba las últimas obras expuestas. "No hay ruptura en mi obra, sólo cambios suaves y sutiles de lenguaje, no de contenido. Lo más cerca de una ruptura se da en el año 1955, cuando me voy a París con una beca del Gobierno francés. Salir de la penuria y tristeza para encontrarse con la vanguardia es como un reciclaje. Vuelvo a España en 1956 y sigo en una línea que en profundidad y contenido tiene similares características. No hay grandes diferencias entre cuadros figurativos del comienzo con los informalistas o abstractos".

Lucio Muñoz no identifica sus cuadros, en su mayoría realizados sobre madera y en negro con el pesimismo vital y pictórico. "No soy una persona triste ni obsesionada por la muerte ni dada al drama. A nuestra generación quizá la han echado en cara un cierto misticismo carpetovetónico o trascendentalismo excesivo. Creo que nuestro enganche es con las vanguardias mundiales junto a una impronta española. En nuestra época no teníamos a Matisse ni pintura moderna; estaban Solana, Picasso y Julio González, y era lógico y me parece positivo tener esta identificación".

Madera pictórica

Una característica de Lucio Muñoz es su trabajo sobre madera, como las arenas de Tápies o las arpilleras de Millares. El artista dice que no se trata de una pintura escultura, sino que el concepto es pictórico. "La madera vista y tratada como pintura. Al principio me encuentro de forma fortuita arañando o astillando la madera que pinto y el proceso se va a acentuando".La exposición es cronológica, con dos acentos, según el comisario Juan Manuel Bonet: los cuadros de una etapa de formación, entre 1956 y 1962, muy poco conocidos al coincidir con su presencia en foros internacionales, y el período final tras abandonar una larga dedicación al grabado. "Espero que se vea lo que tiene de pintor muy moderno, con un lenguaje universal de la vanguardia y su unión a una cierta tradición española, en lo cromático y en los motivos. Hay un lado muy despojado, severo y riguroso, que enlaza con el barroco y la generación del 98. La muestra resalta este diálogo entre modernidad y tradición".

Tras la antológica de Lucio Muñoz, el mismo centro programa fotografías de Werner Bischof (6 de octubre), la Colección Philips (30 de noviembre), para cerrar el año con los Matisse de las colecciones rusas.

Esta misma semana abre el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) con una antológica de Manuel Viola, y a final de mes, una colectiva de pintores jóvenes holandeses, para seguir el 24 de noviembre con una antológica de Ramón Gaya. Carlos III, en su bicentenario, ocupará en octubre los palacios de Velázquez y de Cristal del Retiro madrileño. Otros aspectos de este tema darán motivo al Prado para montar Goya y los orígenes de la Ilustración (5 de octubre) y el Itinerario italiano de un monarca español, Carlos III en Italia (19 de diciembre), tras el montaje de la colectiva sobre pintura inglesa, de Hogarth a Turner (18 de octubre).

En otros centros oficiales, el Jardín Botánico presenta estos días el arte plumario del Brasil; el Museo Arqueológico abre mañana La ciudad de las imágenes, sobre vasos griegos, y en la Real Fábrica de Vidrio de La Granja, la titulada El vidrio de La Granja.

En salas municipales, el arquitecto Julio Cano Lasso abre el jueves la temporada del Centro Cultural Conde Duque, donde están anunciadas, en octubre, Escultura nueva y José Cusachs, y, en noviembre, Brasil y Escuela de Tauromaquia. En centros privados, la Fundación March trae, el 7 de octubre, la Colección Leo Castelli, el mismo día de la apertura del Círculo de Bellas Artes, con una colectiva de artistas suizos.

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