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LA RETIRADA SOVIÉTICA

Los soldados rusos comienzan hoy su regreso a casa

Pilar Bonet

, El teniente general Boris Gromov, jefe de las tropas soviéticas que comienzan hoy su retirada de Afganistán, mantenía ayer que esta operación puede discurrir sin incidentes tres horas después de la explosión de un camión bomba que mató a 16 personas en Kabul. En una conferencia de prensa celebrada en la capital afgana, Gromov dio detalles sobre la salida de las tropas, que se inicia, dijo, con la marcha de más de 1.000 soldados desde la ciudad de Jalalabad, próxima a la frontera paquistaní. Advirtió que cualquier hostigamiento contra las tropas será contestado de forma "rápida y enérgica".

Los soldados soviéticos -115.000 hombres, según estimaciones occidentales- se encuentran estacionados en 14 de las 30 provincias de Afganistán, dijo el teniente general, que prometió datos sobre el contingente militar y el número de víctimas soviéticas en el futuro próximo.La mayoría de los soldados serán evacuados a través del paso de Salang, por la frontera que se encuentra al norte de Kabul. Otros serán conducidos a través de la ciudad de Herat, en el occidente del país. Para el 29 de mayo próximo, fecha del inicio de la próxima cumbre soviético-norteamericana en Moscú, un cuarto de las tropas soviéticas habrá dejado Afganistán, según prometió Gromov. El Ejército afgano, que ocupará las posiciones dejadas por los soviéticos, recibirá equipo militar valorado en 600 millones de rublos y estacionado en 18 guarniciones, señaló el alto oficial.

Ofensiva guerrillera

Gromov concedió que el ritmo de ataques de la resistencia afgana se ha hecho más intenso, y afirmó que los suministros de armamento a la oposición han incrementado. "Pero la capacidad de combate de los afganos y su grado de entrenamiento han sido reforzados también y están preparados y son capaces de rechazar la oposición y asegurar la estabilidad en el país", dijo el militar ante una delegación de periodistas invitados a cubrir el inicio de la retirada y una delegación de observadores militares de la ONU.

Mientras las tropas soviéticas se preparan para la marcha, la violencia parece ser el único factor asegurado en el futuro de Afganistán. La explosión ocurrida ayer de madrugada en la capital tuvo lugar cerca de las tribunas preparadas para la ceremonia de despedida de las tropas.

El atentado, que produjo el derrumbamiento de paredes y rotura de vidrios en una amplia zona a ambos lados del río Kabul, causó 16 muertos y 13 heridos.

Poco después, tres misiles lanzados por la guerrilla sobre un pueblo cercano a la capital afgana produjeron cuatro muertos y otros tantos heridos, según testigos citados por la agencia Reuter. A tenor de las informaciones procedentes de Kabul, tanto la Embajada soviética en esta ciudad como el palacio del presidente Najibulá han visto reforzadas sus defensas en los últimos días.

Fuentes diplomáticas en Kabul piensan que la guerrilla tratará de conquistar alguna de las ciudades hasta ahora defendidas con ayuda del Ejército soviético, para tratar de establecer un Gobierno provisional alternativo en territorio afgano. Los diplomáticos prevén también un incremento de los ataques.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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