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El mundo empresarial entra de lleno en la creación cultural a través del mecenazgo y la 'esponsorización'

El 10% de las actividades que se realizan en España se financia con fondos privados

Alrededor de un 10% de las actividades en¡turales que se realizan en España está financiado con fondos de empresas privadas. Aunque la cifra no parezca elevada, el mecenazgo o patrocinio empresarial (esponsorización), que en Estados Unidos mueve el mundo cultural y que en Europa constituye un fuerte soporte de los poderes públicos, vive en España un fuerte auge. Para adecuar estas iniciativas a la Comunidad Europea, los ministerios de Cultura y Hacienda preparan un informe del que saldrán las normas que determinen las ventajas fiscales que acompañarán a estas actividades.

El mecenazgo, entendido como ayuda desinteresada al arte es un hecho que históricamente aparece ligado a la aristocracia. Como fenómeno moderno, son las empresas privadas, y sobre todo los grandes bancos, los que, a través del mecenazgo (ayuda desinteresada) o esponsorización (ayuda con contrapartidas), han entrado de Reno en el mundo de la cultura a través de canales tan dispares como la organización de exposiciones, edición de libros, consolidación de edificios históricos o la recuperación de obras de arte, como la reciente vuelta de La marquesa de Santa Cruz, de Goya, para el Prado.El grado de intervención de la empresa privada es diferente según el país del que se trate. En EE UU, la presencia del sector privado en el mundo cultural es total, hasta el punto que la inmensa mayoría de los museos ha sido abierta gracias a la iniciativa privada.

En Europa, la situación es muy diferente, porque el poder público es el que sigue teniendo el mayor peso en la organización de actividades culturales. No obstante, durante los últimos veinte años, el mundo financiero ha visto la rentabilidad directa e indirecta qué conlleva su presencia en el mundo de la cultura y no ha querido estar ajeno a todo lo que sea consolidar la memoria cultural de sus países o los últimos movimientos vanguardistas.

6.000 fundaciones

En España, donde hay registradas 6.000 fundaciones, aunque no más de 200 o 300 realizan actividades culturales habitualmente, alrededor del 10% de las actividades culturales es producto de la iniciativa privada, según precisa Javier Matía, secretario general técnico del Ministerio de Cultura. Este ministerio ultima estos días un libro blanco, con el que pretende conocer la situación real del mecenazgo. A partir de los resultados obtenidos con las respuestas de los empresarios mecenas harán las modificaciones administrativas y fiscales correspondientes.

La situación nacional e internacional del mecenazgo entendido como filantropía estratégica empresarial ha sido uno de los temas debatidos durante Arco 88, la feria de arte contemporáneo recientemente clausurada. Allí, especialistas de diferentes países contaron la forma en que la empresa privada interviene en el mundo cultural.

Elisabeth Weil, representante de la Galería Nacional de Arte de Washington, contó que la proliferación de asociaciones culturales en Estados Unidos surge después de la II Guerra Mundial. Estas asociaciones fueron promovidas primero por familias adineradas (J. B. Morgan, Dupont, Rockefeller) y después se ampliaron a través de suscripciones y contribuciones. Todas estas actividades se canalizan actualmente a través de la Fundación Nacional para las Artes, desde la que se captan fondos privados y que en 1986 consiguió 4.500 millones de dólares. Elisabeth Weil afirmó que actualmente todas las empresas estadounidenses cuentan en sus presupuestos con un fondo fijo destinado a actividades culturales. "Ellos entienden", dijo, "que no es una contribución a fondo perdido sino que son dólares de publicidad que agrandan la visibilidad de la empresa".

Dólares en públicidad

El panorama europeo es bastante diferente al americano. Aunque los países de la comunidad viven entre sí una situación que no es idéntica, sí coinciden en que la mayor parte de la actividad cultural sigue en manos del Estado. Alain Dominique Perrin, representante de la empresa Cartier, presentada en el acto como la primera empresa francesa en actividades de estas características, explicó que en julio del pasado año Francia creó el Consejo Superior del Mecenazgo, un arma de gestión todavía en puñales, con la que se intenta coordinar las iniciativas privadas.

El representante de Cartier desestimó la idea de filantropía ligada a estas actividades y aseguró que el mecenazgo es bueno para la cultura, la libertad y desde luego para la empresa. "La Comunidad Europea soporta 20 millones de parados; creemos que ésa es la mayor preocupación de los diferentes Gobiernos y que son las empresas las que deben ocuparse de consolidar un patrimonio histórico cada vez más amenazado y promover a los nuevos artistas".

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