Una apuesta para la paz

Al negar el miércoles, tras una batalla sin precedentes, la solicitud de ayuda a la contra, el Congreso ha infligido a Reagan una dura y triple derrota.Derrota política y cuasi electoral de un presidente saliente ante un Congreso con mayoría demócrata que quiere demostrar que el relevo está dispuesto a gobernar. Derrota personal para Reagan, que había empleado el prestigio adquirido tras el encuentro con Gorbachov para sostener la causa de los que él denomina combatientes de la libertad.

Derrota ideológica, en fin, la más dura. Ya que al escoger derrotar más de seis años de una estrategia que favorecía la vía de las armas y la negociación con fuerza, los parlamentarios han dicho no al credo anticomunista.

Evidentemente, el Congreso ha apostado, como dijo un representante demócrata: "Hemos tomado el riesgo por la paz". Un riesgo calculado. Se trata, sobre todo, de tener en cuenta los progresos, frágiles y forzados, ciertamente, registrados en la vía de una cierta apertura en Nicaragua.

La pelota se encuentra en el campo de Nicaragua, pero tembién de La Habana y Moscú. El presidente nicaragüense, al buscar el apoyo de Gobiernos europeos, se encuentra atado de manos ante la opinión internacional. Los días 10 y 11 se celebrará en Guatemala el segundo encuentro entre representantes de Managua y de la contra: le toca a Nicaragua demostrar que la apuesta del Congreso de EE UU no era desesperada.

5 de febrero