España y Argentina firmarán un tratado de 'apoyo a la democracia' por importe de 3.000 millones de dólares

España y Argentina ultiman esta semana en Madrid un tratado internacional de carácter bilateral, bajo el nombre de Programa conjunto de relanzamiento económico y apoyo a la democracia argentina, que incluye inversiones en aquel país por importe de 3.000 millones de dólares (unos 335.000 millones de pesetas) hasta 1992. El tratado, que requerirá la sanción de ambos Parlamentos, quedará cerrado, aunque no firmado, durante la visita del presidente Alfonsín a Madrid a finales de mes e incluirá la convertibilidad de los 700 millones de dólares de la deuda argentina con España en inversión productiva en dicho país.

Los textos del tratado, la filosofía del mismo y los puntos concretos de los tres acuerdos de cooperación financiera, económica y social que lo acompañarán, están siendo negociados esta semana en Madrid por el subsecretario de Asuntos Exteriores argentino, Carlos Bruno, que se ha entrevistado ya con altos funcionarios españoles de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Economía y Hacienda y de la Secretaría de Estado de Comercio, así como representantes de la Presidencia del Gobierno.Fuentes de las citadas instituciones confían en que los acuerdos recibirán una aprobación inicial, en forma de acta política, durante la visita del presidente Alfonsín a Madrid a finales de este mes, si bien la firma del tratado se retrasará unos 90 días para dar tiempo a que todos y cada uno de los compromisos que se adquieran sean revisados por expertos jurídicos,económicos y financieros de ambos países, así como para dar tiempo para la instrumentación de la financiación necesaria. Los acuerdos, además, adquirirán la forma de tratado internacional, lo que obligará a su ratificación por los Parlamentos de ambos países.

Pese a que el proceso negociador ha saltado a la luz a raíz de los últimos acontecimientos políticos que atraviesa el país latinoamericano, fuentes oficiales españolas aseguran que la idea del programa conjunto de apoyo a la democracia argentina surgió durante la visita del presidente del Gobierno, Felipe González, a Buenos Aires durante los últimos días del pasado mes de octubre. Ambos presidentes, según las mismas fuentes, acordaron iniciar conversaciones orientadas a ultimar una serie de programas que concluyeran con "una clara expresión de que España apoya el proceso de reactivación económica y consolidación de la democracia en Argentina".

La filosofía del tratado involucra también el compromiso de España de contribuir a reducir la carga política y económica que supone para Argentina el pago de su deuda exterior, pero no abarca ninguna condonación de la misma. Fuentes oficiales afirman que "existen obstáculos o escollos de carácter jurídico de difícil solución" para condonar la deuda. A este respecto, ambas partes han estudiado un plan que, en esencia, recoge "la voluntad política del Gobierno español de convertir toda la deuda exterior con España (unos 700 millones de dólares) en inversión productiva en dicho país".

Amplia cooperación

Aparte de los aspectos económicos y financieros, el tratado también se extenderá a una serie de capítulos de cooperación bilateral, colaboración social, ayuda al desarrollo, transferencia de tecnología e incluso colaboración consular que, en estos momentos, están siendo negociados por los departamentos ministeriales afectados de ambos países. El Gobierno español, además, ha querido incluir el tratado, de cinco años de duración, dentro del espíritu del V Centenario del Descubrimiento de América, que se celebrará en 1992.En el terreno económico, el tratado incluye tres acuerdos concretos, cada uno por un importe de unos 1.000 millones de dólares (111.500 millones de pesetas). El primero, de carácter financiero y quizá el que mejor refleja el esfuerzo que España tendrá que realizar para apoyar la recuperación de la economía argentina, incluye, en un primer apartado, la apertura de una vía de financiación de unos 500 millones de dólares, que adquirirán la fórmula de créditos concesionales o financiación blanda a bajo interés.

Es intención gubernamental española cubrir, o asegurar, estos créditos, que serán aportados en gran medida por entidades españolas mediante los Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD) o a través de la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación (CESCE). En un segundo apartado de este primer acuerdo, España se comprometerá a aportar otros 500 millones de dólares, que, sin generar deuda, financiarán "todo tipo de inversión productiva" en Argentina, tales como proyectos de empresas en el sector del transporte (ferrocarriles), telecomunicaciones, energéticos, etcétera.

El segundo acuerdo, también de 1.000 millones de dólares, será destinado a financiar inversiones directas de empresas españolas, o de carácter mixto, en Argentina. En este acuerdo se incluirá el compromiso sobre la deuda exterior (unos 700 millones de dólares, incluyendo la oficial y la privada), que significará la conversión de la misma, con un descuento o quita razonable a precios de mercado, en inversión productiva.

La fórmula recogerá todo tipo de iniciativas en este campo, tales como la securitización de la deuda, esto es, la conversión de la misma en títulos y valores de empresas argentinas. El resto del programa de este segundo acuerdo se desea concentrarlo en las pequeñas y medianas empresas del sector servicios, tales como turismo, pesca y manufacturero.

Por último, el tercer acuerdo refuerza el carácter conjunto del programa bilateral y significará un compromiso de apoyo español a las inversiones directas que realicen por su parte las empresas argentinas. Presumiblemente, este último acuerdo involucrara compromisos de apoyos tecnológicos, asistencias financieras y otras modalidades que no conlleven un desembolso tangible por parte española.