Los vecinos evacuados de la zona próxima al barco incendiado se encuentran sumidos en la confusión

La más tremenda confusión reina entre los miles de vecinos de Finisterre, Corcubión, Cée, Muxía y otras localidades que en la madrugada del viernes fueron evacuados a toda prisa ante las noticias surgidas de las explosiones en el buque Cason y de una presunta nube tóxica que se estaba extendiendo por la costa en dirección Norte. Las contradictorias llamadas y órdenes de las autoridades programando la evacuación y, al mismo tiempo, afirmando que no pasaba nada, han causado la indignación de los miles de refugiados, cuya opinión unánime es que las autoridades han mostrado una profunda descoordinación y deberían dimitir.

En la mañana de ayer el director general de la Marina Mercante, José Antonio Madiedo, afirmó que habría que preguntarse quiénes han sido los irresponsables que han montado toda esta alarma, totalmente innecesaria. Madiedo reconoció que, aproximadamente a las 23.00 horas del jueves, el gobernador civil de La Coruña, Andrés Moreno Aguilar, ordenó la evacuación de toda la zona. Apenas una hora más tarde, el propio Moreno Aguilar afirmó en una conferencia de prensa que la evacuación no era necesaria y que, si se había realizado, fue por la tremenda presión social y la angustia de los vecinos, que habían comenzado a marcharse de sus casas de forma desordenada.Ayer se indicó que quien quiera volver puede hacerlo, pero los evacuados, como comentaba uno de ellos, acogido en el colegio Pío XII de Santiago de Compostela, tienen miedo porque no saben exactamente si hay o no peligro.

Ayer el buque Cason seguía encallado en el mismo lugar y sólo una pequeña humareda presentaba vestigios de actividad. Contenedores de sodio metálico seguían en la cubierta del buque y se les veía renegridos y desplazados de sus puntos de fijación.

Durante gran parte de la jornada de ayer, continuaron escuchándose explosiones. A lo largo de la madrugada, llegaron otros dos expertos procedentes de Holanda y, hasta que no realicen un informe, no se decidirá si se prosiguen o no las tareas de descarga de los centenares de bidones con productos inflamables o tóxicos que todavía están en el barco.

Protección Civil está en permanente contacto con los ayuntamientos que han acogido a mayor número de refugiados, como son los de Muros, Noya, Outes, Carballo y Negreira. En todos ellos parece ser que no existen problemas sanitarios y que las únicas deficiencias se refieren a la escasez de mantas y colchonetas para dormir. El alcalde de Muxía, Jesús María Barrientos, criticó la tremenda confusión que hubo en la información facilitada por las distintas autoridades y la gente sigue preguntándose si realmente la nube que se originó tras las reacciones químicas era tóxica o no. Barrientos añadió que en Muxía se notó un pequeño olor extraño, pero que no hubo lagrimeos de ojos ni escozores de garganta.

Noticias contradictorias

Un vecino de Finisterre declaró, haciéadose portavoz del resto de evacuados, su malestar por el descontrol que ha presidió la evacuación: "La Xunta de Galicia, Protección Civil, el director general de la Marina Mercante, todos dicen que no había peligro ni nube tóxica, pero al mismo tiempo la Consejería de Pesca hablaba de que sí podía haber peligro y al mismo tiempo todos estaban ordenando la evacuación. Ha sido una cosa vergonzosa. Aquí nadie se enteraba de nada y nos da la impresión de que la Xunta no ha pintado nada en todo este asunto. Pensamos que hay mucha gente que teudrá que dimitir o dar explicaciones muy convincentes".En Santiago de Compostela alojadas unas 1.500 personas, para las que se ha montado un comedor utilizando los propios comedores de los centros escolares y algunos hoteles importantes de la ciudad. Un portavoz del colegio Pío XII comentó que es posible que los refugiados pasen también la noche del viernes y que la gente está muy preocupada por sus casas, los animales y los posibles robos que puedan suceder ahora que todas las casas están deshabitadas, pero que al mismo tiempo tienen miedo y no saben qué hacer, si volver o no, a la espera que alguna autoridad les diga algo en firme.

[Frases de diricil interpretación como "la situación es dinánúca, no sólida" o "no pueden ser productos absolutamente mortales, porque entonces no quedaría ninguna criatura viva en Finesterre", pronunciadas por el delegado del Gobierno, Domingo García Sabell, contribuyeron a incrementar la histeria entre las poblacíones afectadas en la madrugada del viernes.]