Las razones del cambio de actitud soviético
Los observadores externos a la estructura del poder soviético desconocen qué proceso ha ocurrido en el Kremlin desde el fin de la visita del secretario de Estado norteamericano, George Shultz, a Moscú, el pasado viernes, y el comienzo de esta semana. La agencia Tass anunciaba ayer por la tarde que el ministro de Exteriores, Edvard Shevardnadze, visitará Washington los días 30 y 31 de octubre para entregar al presidente de EE UU, Ronald Reagan, un mensaje del máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, y proponer la cumbre entre los dos mandatarios.Observadores políticos soviéticos llamaban la atención sobre un texto aparecido en el periódico Izvestia, órgano gubernamental, el pasado domingo. Se trataba de una reseña del encuentro mantenido por el presidente del Presidium del Soviet Suprerno, Andrei Gromiko, y un grupo de intelectuales soviéticos que participaban en una iniciativa internacional a favor de la paz, entre los que se encontraban periodistas y artistas.
Dejando al margen el concepto de nuevo pensamiento, que tanto defiende Gorbachov, Gromiko subrayó la idea de continuidad en política exterior y remontó esta eventual continuidad y las propuestas de desarme nuclear a la época de Stalin. Dijo que la historia no debe ocultar el mérito que corresponde a la dirección soviética que contribuyó a la creación de las Naciones Unidas.
Gromiko, que fue ministro de Exteriores durante más de un cuarto de siglo y es miembro de pleno derecho del Politburó, además de jefe del Estado, tuvo que referirse al comunicado publicado para comentar el encuentro entre Gorbachov y Shultz el día 23 en Moscú. "En el futuro próximo", dijo, "se conseguirá firmar el tratado para la liquidación de cohetes de alcance medio y de más corto alcance" y "después", habrá que "decidir la cuestión del importante arsenal de armas estratégicas. Tenemos por delante un arduo y gran trabajo para liquidarlas".
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