La empresa que vierte tóxicos en el golfo de Cádiz dice no tener alternativa

La dirección de la empresa Tioxide España ha afirmado que no existen en estos momentos procedimientos alternativos técnicamente viables que puedan ser adoptados de inmediato con las necesarias garantías para eliminar totalmente los vertidos tóxicos procedentes de su planta de Huelva y que son depositados desde 1974 en aguas del golfo de Cádiz. Tioxide confía en que la Dirección General de Marina Mercante decidirá finalmente el día 25 renovar de nuevo por un año la licencia de vertidos "en base al cumplimiento escrupuloso de la reglamentación nacional e internacional".Manuel Ruiz de Elvira, director técnico de la empresa, descalificó la actuación de grupos ecologistas como Greenpeace, que han venido realizando acciones de boicoteo contra los buques que depositan los vertidos, así como de los ayuntamientos onubenses y gaditanos que han solicitado la no renovación de los permisos. "Es claramente clasificable como una posición de ecologismo negativo. Dicha petición, tal como ha sido realizada, sin solicitud de información a Tioxide ni a la Administración competente, sin aportación de pruebas ni datos técnicos fiables, carece de todo rigor y se descalifica por sí misma".

Inversiones

Desde 1975 y en el transcurso de una década, Tixoide ha invertido más de 435 millones de pesetas en reducir los vertidos de todo tipo de efluentes, según los datos aportados por la empresa. A esto habría que sumar los casi 834 millones de pesetas de inversiones en ejecución y 221 millones de pesetas más para inversiones en fase de proyecto, tales como la instalación de una planta de neutralización de efluente débil residual. Con esto se conseguiría reciclar el 40% del efluente. En este sentido, Ruiz de Elvira puntualizó que está desechada la neutralización total de los vertidos.La dirección de Tioxide afirma que la suspensión de los vertidos "significaría la irresponsable destrucción de una industria de gran importancia para el país, por la importancia que los productos fabricados -pigmentos de dióxido de titanio- tienen para otros sectores industriales españoles y para otras empresas de Huelva suministradoras de materias primas". Al mismo tiempo incide en la irresponsabilidad de destruir más de 500 puestos de trabajo directos "sin ninguna contrapartida medible en las condiciones medioambientales básicas existentes actualmente en el golfo de Cádiz".