Al Mutamid, el rey poeta
El nombre de Al Mutamid refleja, para la co-rectora Aziza Benani, lo que representa Arcila. Al Mutamid nació en Beja (Portugal), reinó en Sevilla y murió cerca de Marraquech. El rey poeta representa la simbiosis de las culturas que separa el Estrecho. Benani calcula en más de dos millones los hispanohablantes de Marruecos, país de poco más de 20 millones de habitantes. A su juicio, la lengua castellana ya no es un patrimonio exclusivo del marroquí común del norte, fruto de los años de protectorado, sino una lengua viva que se aprende en la universidad a ritmo creciente. "En los años sesenta y setenta el francés ocupó un lugar preponderante en la universidad de Rabat frente al español, minoritario. Hoy hay casi tantas o. más matrículas de español que de francés en las universidades marroquíes", indica.
En el curso que se aproxima se inaugurará en Casablanca la cuarta cátedra de español en Marruecos, que sigue a las de las universidades de Rabat, Fez y Tetuán.
Paralelamente, el Gobierno español dispone de cinco centros culturales donde se imparte el castellano -Casablanca, Fez, Tetuán, Tánger y Rabat- y varios institutos y centros de educación general básica, uno de los cuales, el de la capital marroquí, está a punto de desaparecer.
Mohamed Melehi, por su parte, estima que lo sorprendente ha sido que la lengua española "ha cambiado de terreno" e instintivamente ha pasado de ser una lengua de la calle a una lengua de trabajo y científica.
"Lo sorprendente es que se hable en Marraquech, donde siempre predominó la lengua francesa. Por eso en Arcila lo que pretendemos es mantener vivo este idioma, porque es el del país vecino, nos abre a Latinoamérica y equilibra la presencia francófona, ahora que al turismo español le ha dado por desembarcar masivamente en Marruecos", asegura.
Babelia
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