El otro Ermitage

La Unión de Artistas de la URSS, la asociación que proporciona un reconocimiento oficial y una red de privilegios que va desde pinturas a sanatorios, sigue siendo hoy considerada como un deseable marco de integración por los profesionales del arte. Sin embargo, ya no es el único, desde que los artistas han comenzado a fundar otras asociaciones que también disponen de medios materiales.Una de ellas es Ermitage, que acaba de recibir sus primeros locales en unos fascinantes jardines moscovitas que llevan este nombre. A Ermitage le han dejado unos almacenes que hasta ahora han sido trasteros de viejos decorados teatrales, y a partir de este lugar, la asociación sueña con llegar a fundar el primer museo de arte contemporáneo de la URSS.Leonid Bazhanov, presidente de Ermitage, es un artista y un crítico de arte que reacciona con indignación ante la salida indiscriminada y masiva de obras de arte contemporáneas de la URSS. En su opinión, tal fenómeno, orquestado por quienes criticaban hasta hace poco a las vanguardias, es "una tragedia, un bandidismo cínico y calculador".

Por de pronto, Ermitage, que agrupa a unos 90 profesionales de distintas ramas artísticas, ha arrendado una sala de exposiciones al ayuntamiento de un barrio periférico de Moscú, que se queda con la mitad de los beneficios. La sala ha organizado varias muestras artísticas. La venta de los cuadros y el precio de las entradas constituyen los ingresos de la asociación, de los cuales se pagan sueldos, se organizan actos y se mantienela empresa. Sus actividades incluyen la recuperación de etapas perdidas, tales como proyectar Un perro andaluz, de Buñuel, en un ciclo sobre el superrealismo. La decoración de la Casa del Cine, que sorprendió a los huéspedes del último festival de cine de Moscú, es también una obra de Ermitage, que recibió unos sustanciosos honorarios por ello.

Las tendencias aglutinadas en Ermitage son muy variadas, a diferencia del Club de los Vanguardistas, otra asociacíón artística recién creada donde el espectro, que juega a la provocación, es más limitado. El Club organizó una exposición en primavera, entre cuyos platos fuertes estaba una cacerola en cuyo fondo había un retrato de Stalin. Ermitage ha organizado recientemente un happening con música de rock a bordo de un barco por el río Moscova.