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Tres veteranos traductores ganan el premio nacional

Gabriela Cañas

Miguel Dolç, por la traducción del latín al catalán de la obra De la natura , de Lucrecio, y Juan Eduardo Zúñiga y José Antonio Llardent, por trasladar al castellano Poesías y prosas selectas, del portugués Antero de Quental, ganaron ayer los premios nacionales de traducción. Los tres son veteranos traductores. Dolç y Llardent dirigen, además, sendas editoriales, mientras que Zúñiga es escritor y experto en lenguas eslavas y poesía búlgara.

El premio, que otorga anualmente el Ministerio de Cultura, está dotado con tres millones de pesetas, que en este caso tendrán que dividirse entre dos. A Dolç le corresponde el premio de lenguas clásicas, mientras que a Zúñiga y a Llardent les corresponde el de lenguas románicas. Los premios a la traducción de lenguas germánicas y otras lenguas quedaron desiertos.Miguel Dolç, de 75 años de edad, es catedrático jubilado de Filología Latina en la universidad Autónoma de Madrid. Dirige desde hace años la colección de clásicos de la Fundación Bernat Metge, de Barcelona, que está compuesta por 245 volúmenes, de los cuales 34 han sido traducidos por el propio DoIç. Como traductor, es especialista en latín y griego, aunque dice que "sobre todo, en latín". Ha traducido, entre otros, a Marcial, Virgilio y Tácito. También ha trasladado al castellano Os lusiadas, de Camoens, y ahora está trabajando en la traducción de 33 sonetos -"he elegido el número por sus referencias religiosas"- de otros tantos poetas italianos. Ha sido una iniciativa propia en la que tiene la seguridad de que muchas editoriales se interesarán.

Actualidad portuguesa

La obra por la que ha sido premiado Miguel Dolç, De la natura, la hizo por encargo de la editorial Laia. "Yo ya la había traducido anteriormente", dice Dolç, "pero cada generación necesita una traducción diferente. Los autores vivos para siempre, como Lucrecio, necesitan revisiones constantes. Me he dado cuenta que las dos traducciones que he hecho del mismo libro son diferentes. Yo diría que no tienen nada que ver".Para Juan Eduardo Zúñiga, el premio recibido es una gran compensación por el trabajo realizado. La traducción de la prosa es de Zúñiga, mientras que la del verso es de Llardent. "Poesías y prosas selectas es una obra difícil", dice Zúñiga, "porque el portugués del siglo XIX es muy diferente al actual. Por otro lado, es una obra doblemente interesante, debido a la actualidad de la literatura portuguesa. Hace varios años que propuse esta traducción a Alfaguara, porque me atrae especialmente también la personalidad de Quental, gran poeta y pensador político".

Zúñiga se confiesa "viejo amigo de Portugal desde hace años", aunque asegura que el contacto directo con un país no es fundamental para verter su lengua a otro idioma. "Es aconsejable, porque lo interesante de la traducción es saber captar lo que antes se llamaba el espíritu de la lengua; pero para esto es casi más necesario leer mucho, porque el lenguaje hablado y la literatura no son a veces parecidos".

Tanto Zúñiga como Llardent tienen 61 años. José Antonio Llardent es director de Ediciones Itsino, y ayer estuvo en casa, con el teléfono estropeado, aquejado de trastornos estomacales, según informaron en la editorial. El trabajo realizado por él en Poesías y prosas selectas fue elogiado por su compañero de trabajo. "Ha traducido los sonetos respetando la rima y las medidas exactas", dice Zúñiga.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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