Españoles y Malvinas

El primero de febrero se inicia una etapa nueva en el derecho in-Pasa a la página siguiente

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ternacional: es él momento en que varios países aceptan la ¡mposición británica en las Malvinas para tener derecho a la pesca. Entre éstos se encuentra España, que ha solicitado a Londres permiso para pescar en aguas de soberanía argentina.

España, oficialmente, declara que no acepta la posición británica, pero deja a los grupos privados que nieguen esta posición. Esto en nombre de la libertad de empresa. ¿Cómo puede conjugar se esta contradicción jurídica y política?

Pero lo que hay que preguntarse es si se han dado cuenta que España puede contribuir a un grave deslizamiento institucional en el seno de la vida institucional de Argentina. El presidente Alfonsín ha tenido una lucha no finalizada de sutileza supraexquisita con la Marina militar argentina; esta arma es acusada de debilidad y miedo durante la guerra de las Malvinas. Bien, la oportunidad de restituir su honor manchado la puede en contrar ahora, iniciando un ata que a los buques españoles, entre otros, que se encuentren ¡legalmente pescando en el área. Alfonsín se encontraría ante una de las situaciones más violentas y difíciles de su Gobierno y por acción de los intereses hispánicos. Es ésta una hipótesis posible.

El Gobierno argentino ha prometido mesura a España, muy confidencialmente, pero ¿quién garantiza el nacionalismo reivindicante de algunos irresponsables?

La Embajada argentina en Madrid poco ha hecho para explicar a la opinión pública española sobre los peligros y la dualidad de la postura oficial del Gobierno de Madrid.

Pero debemos anticiparlo para que mañana no se pregunten qué hacemos allí de malo. Los empresarios argentinos hemos procurado que los españoles encuentren soluciones legales; nos han respondido que "los británicos exigen menos". Pero eso es así porque es un verdadero expolio a la riqueza ajena.

La política exterior argentina es un ejemplo de fracaso; se ha contentado con una votación política en la ONU pero no ha exigido seriamente la solidaridad oficial de España. Y esto es responsabilidad argentina. España, por su parte, debería exigir a su Gobierno más explicaciones sobre este tema. No puede ser que por Gibraltar se mesen los cabellos y por las Malvinas miren hacia otro lado.- Asociación Pesquera del Sur. Bahía Blanca.