Úbeda y Baeza, candidatas a ser declaradas Patrimonio de la Humanidad

Úbeda y Baeza pueden ser las próximas ciudades españolas que la Unesco incluya en la lista del Patrimonio Universal de la Humanidad, destinada a recoger "aquellos grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les da un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, artístico o científico". Las dos ciudades jienenses están consideradas como las obras cumbre de la arquitectura y urbanismo renacentista en España.

La solicitud oficial, avalada por la Dirección General de Bellas Artes, ha sido presentada ya en París por el embajador permanente ante la Unesco, Miguel Ángel Carriedo, pero la decisión final no se adoptará probablemente antes de finales de 1987. Hasta ahora forman parte de dicho catálogo internacional 16 monumentos y conjuntos artísticos españoles, desde la mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada hasta la obra del arquitecto catalán Gaudí. Este año pasaron a integrar la lista del patrimonio universal los conjuntos de Cáceres y Toledo y los edificios mudéjares de Teruel.La inclusión en este prestigioso catálogo no reporta beneficios económicos directos, puesto que la Unesco nunca ha contado con grandes recursos y además atraviesa últimamente una profunda crisis provocada por la retirada de Estados Unidos y el Reino Unido, que aportaban buena parte de sus presupuestos. Sin embargo, figurar en la lista del Patrimonio Universal de la Humanidad supone la inclusión automática en las rutas mundiales de turismo y un lanzamiento publicitario internacional, así como una mayor presión sobre las autoridades nacionales para que conserven, protejan y restauren los monumentos seleccionados.

La candidatura de Úbeda y Baeza reúne las condiciones exigidas por la Unesco: constituir un "logro artístico único" o se "ejemplo excelente de un tipo de estructura que ilustra una etapa significativa de la historia". El renacimiento fue en las dos ciudades algo más que un momento histórico. Ambas alcanzaron su esplendor en los siglos XV y XVI, y reflejaron ese poder y riqueza en decenas de hermosos y sólidos edificios de piedra dora da, comparables a los de las más famosas ciudades italianas de la época.

De palacio en palacio

Arsenio Moreno Mendoza, alcalde de Úbeda, recuerda que Eugenio d'Ors, asombrado por la belleza de una ciudad tan mal conocida en el resto de España, escribió que se sentía transportado a Ferrara o a Brescia, "ciudades del norte de Italia, puro santuario de universal devoción". "Rafael Porlan decía con razón", añade Moreno Mendoza, "que en Úbeda la calle es el camino para ir de palacio en palacio". La belleza de las dos ciudades que da resaltada, además, por su sorprendente situación y la extensión de su centro monumental Úbeda y Baeza, levantadas en la frontera de Andalucía y rodeadas, de millones de olivos, tienen un inequívoco sabor italiano que desconcierta y admira al visitante.Las dos ciudades, separadas por menos de 20 kilómetros, reúnen más de 100 monumentos nacionales. Sólo Úbeda tiene más de 700 edificios catalogados por su interés monumental, artístico o ambiental.

El centro monumental de Úbeda, que abarca 92 hectáreas, siete más que el de Salamanca, supone probablemente el conjunto de palacios más asombroso de España. La nobleza y la burguesía ubetenses trajeron hasta su alejada villa a los mejores arquitectos y canteros para construirse mansiones privadas de rara belleza y pureza de líneas.

La consecuencia es un conjunto artístico que, junto con el recinto universitario de Alcalá de Henares y la Salamanca plateresca, representa la mejor muestra del renacimiento civil de España.

Baeza es también un ejemplo único de esta arquitectura civil, aunque en este caso no se trata de palacios privados, sino de edificios públicos, tales como la Alhóndiga, la Casa Consistorial o las Escribanías. Las dos ciudades contarán en breve con planes de ordenación, protección y rehabilitación de sus centros históricos y están dedicando ya elevadas cantidades de dinero a la restauración de las obras más destacadas.

"Esa inversión", explica el alcalde de Úbeda, "debe ir acompañada por una adecuada rentabilidad social, como elemento dinamizador. La inclusión en la lista del Patrimonio Universal repercutiría positivamente en su proyección externa, aumentando el turismo cualitativo y dejando una impronta directa en la economía productiva".