Chirac retrocede aún más en su programa de reformas sociales

El Gobierno francés sigue retrocediendo en su programa de reformas, después de la victoria del movimiento de estudiantes en su reivindicación de retirada total de la ley Devaquet. El Gobierno anunció ayer, por medio del portavoz del primer ministro, Denis Baudouin, que "no se compromete" a presentar las reformas sociales al Parlamento en la sesión de abril, tal como anunció el pasado martes.Baudouin aseguró ayer que existía la "voluntad de inscribir" estas reformas (principalmente el código de la nacionalidad y las prisiones privadas) en el orden del día de la sesión ordinaria de abril, pero que dicha sesión está ya "muy cargada" y que además es necesario un enorme esfuerzo de concertación.

Las divisiones en el seno del Gobierno por las vacilaciones y sucesivos retrocesos ante el movimiento estudiantil, fueron reconocidas por el portavoz del primer ministro, cuando aseguró que "a veces ha habido matices muy fuertes", aunque "en ningún momento ha sido cuestión de plantear una remodelación ministerial".

La alianza oficiosa que vinculaba al Partido Republicano de François Léotard con el RPR (Asamblea para la República) del primer ministro, Jacques Chirac, ha quedado seriamente tocada como consecuencia de la crisis. A la vez, los ministros del CDS (Centro Democrático Social), próximos a Raymond Barre, aparecen más distanciados de Chirac como resultado del fortalecimiento de la posición de su candidato a la presidencia de la República.

Mientras tanto, el ministro del Interior, Charles Pasqua, se prepara para los sucesivos ataques que la gestión policial de la crisis ha despertado, tanto en el Parlamento como en los medios de comunicación, al margen de las consecuencias judiciales de las investigaciones abiertas.

Ayer, en unas declaraciones en televisión, Pasqua se defendió de todas las acusaciones que han sido vertidas contra la policía y contra su ministerio, y asegurd que "cuando se convocan manifestaciones multitudinarias, sus organizadores deben asumir la responsabilidad del riesgo que ello comporta". "No son los manifestantes quienes me harán dimitir", dijo.