Culmina la polémica del mercado del Este de Santander

La declaración por el Consejo de Ministros como bien cultural del mercado del Este, situado en pleno centro de Santander, culmina una polémica en la que se llegaron a producir movilizaciones ciudadanas en apoyo de una declaración similar.

Construido en 1840, según proyecto del arquitecto Antonio Zabaleta, tras recibir el encargo que le hiciera el Ayuntamiento, ocupa 2.200 metros cuadrados a espaldas del paseo de Pereda, y desde hace meses se halla cerrado a toda actividad mercantil y en estado de creciente deterioro.

El Ayuntamiento de Santander decidió en 1984 su derribo para convertir el solar resultante en una plaza abierta, pero la oposición se movilizó inmediatamente en pro de la conservación del viejo edificio. Pronto se suscitó un movimiento de apoyo al mercado, que encabezó,el arquitecto José María Pérez, Peridis, a principios del año pasado. El Ministerio de Cultura decidió meses más tarde incoar el expediente de declaración de bien de interés cultural, según acaba de reconocer el Consejo de Ministros de la semana pasada, tras un acuerdo que ha suscitado la sorpresa del alcalde santanderino, Juan Hormaechea, al entender que el Gobierno central pudiera haber intervenido en cuestiones de exclusiva competencia de la Diputación regional.

Sin un estilo arquitectónico definido, más bien dentro de un eclecticismo, el mercado debe su singularidad a una hermosa estructura de madera, esto es, de materiales muy sencillos pero con un diseño bien resuelto. Según los técnicos, reúne un cierto interés espacial, en función de las propias formas del edificio, a base de lucernarios elevados que iluminan y ventilan airosamente el interior. La restauración costará por encima de los 100 millones de pesetas.