ETA se atribuye el secuestro de parte de la copia de la película de Chabrol mientras se proyectaba
Varios individuos irrumpieron a mediodía de ayer en la cabina de proyección del teatro Victoria Eugenia y se apoderaron, tras obligar a los empleados a ponerse de cara a la pared, de los dos últimos rollos de la película francesa El inspector Larardin de Claude Chabrol, que se ofrecía en ese momento dentro de los actos del 34º Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Una llamada al diario Egin reivindicó para ETA Militar la acción como protesta contra las extradiciones de refugiados vascos a España. Ayer fúe la penúltima jornada de un certamen caracterizado no sólo por su buen nivel cinematográfico, sino también por la sensación de normalidad que ha sabido imprimirle el equipo organizador.
Miembros del comando dijeron que devolverían los rollos en unas pocas horas. Sin embargo, a las seis de la tarde no lo habían hecho. La organización consiguió una copia del filme en Burdeos, que se proyectó en francés y sin subtítulos.Tras el sobresalto provocado por la repentina interrupción de la proyección de la cinta de Chabrol y al conocerse las causas, una sensación de incredulidad, incertidumbre e impotencia se extendió por el festival, alterando el discurrir de la jornada previa a la clausura.El robo de los dos rollos de El inspector Lavardin no impedirá que la última obra de Claude Chabrol concurra en igualdad de condiciones al gran premio de la Concha de Oro de San Sebastián, ya que con anterioridad esta película había sido vista por los miembros del Jurado internacional.A media tarde, los informadores desplazados al certamen donostiarra permanecían a la espera del resultado de unas supuestas negociaciones entabladas entre la organización del certamen y quienes retenían los dos rollos de El inspector Lavardin.La última obra de Chabrol, en la que intervienen Jean Poiret, Jean-Claude Briali, Bernardette Lafont, Jean Luc Videau y Jacques Dacqmine, relata la investigación del asesinato de un escritor conocido por su catolicismo a ultranza y cuya vida personal contrasta, con las ideas que se le atribuyen. La película discurría en un tono divertido cuando la proyección fue interrumpida.El incidente, relacionado con las protestas por la represión francesa de los refugiados presuntamente vinculados a ETA, puede, eso sí, enturbiar la imagen exterior del festival en un momento en que la federación internacional de productores (FIAPP) debe ratificar la categoría competitiva que el certamen donostiarra obtuvo ya en la pasada edición.El hecho de que la FIAPP -cuyo director, Alphonse Brissons, ha estado presente en buena parte del certamen- haya promovido la celebración en esta misma edición del segundo simposio de productores, financieros y distribuidores de la Comunidad Europea, supone un espaldarazo implícito, pero elocuente, al certamen de San Sebastián.Decepción norteamericana
En el terreno estrictamente cinematográfico, la jornada de ayer permitió constatar el escaso fundamento de las grandes expectativas suscitadas por la película norteamericana de Dan Bessie La canción del condenado. La trama argumental, que finaliza en un alegato contra la pena de muerte, la parte más brillante de la obra, posee efectivamente un contenido conmovedor, pero la película jamás alcanza el estadio de la verdadera emoción y discurre sobre un relato entrecortado traumáticamente por los flash backs.
La historia se desarrolla en la depresión de los años treinta y está basada en un incidente en los primeros años de la vida de Dan Bessie.David Lynch y Gregory Peck
A cambio, los asistentes al festival se entusiasmaron en la madrugada de ayer con la proyección de Terciopelo azul, de David Lynch, la película que la organización del festival de San Sebastián se reservaba este año como sorpresa para disfrute de los amigos de las conjeturas y las adivinanzas.
El actor norteamericano Gregory Peck llegó ayer por la tarde a San Sebastián y asistió a la sesión nocturna del teatro Victoria Eugenia. La organización contaba con Peck y Ali McGraw, entre otros artistas invitados, para la ceremonia de clausura. En ella, participarán también Sergio Leone y Luise Rainer y contará con la actuación de medio centenar de bailarines y una decena de músicos.
El festival se disponía a homenajear anoche al actor norteamericano Gregory Peck, con un premio a su carrera artística y con la proyección de Duelo al sol.
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