Reducida presencia española en la exposición del futurismo en Venecia
La presencia española en la exhaustiva exposición Futurismo y Futurismos, que estará abierta en el Palacio Grassi de Venecia hasta mediados de octubre, se reduce a un libro de Gerardo Diego y la reproducción de un dibujo de Federico García Lorca dentro de los diarios de Marinetti. Las piezas de Pablo Picasso se encuentran en la sala dedicada a Francia. El resto de las obras españolas que debían figurar en una sala compartida con México y Uruguay no llegaron nunca a Venecia por una inexplicable trampa burocrática que aún no se ha aclarado suficientemente.
La exposición del Futurismo abierta en el veneciano Palacio Grassi, junto a la dedicada a Viena en el Centro Pompidou de París, están consideradas como las más importantes abiertas en los últimos 10 años.
En la sala mencionada -que está hábilmente rellenada con una serie de dibujos de creadores mexicanos- sólo se encuentra, entre otros libros de los tiempos del apogeo futurista, un pequeño tomo con carátula a dos colores, del poeta Gerardo Diego. El dibujo de portada, cercano en cuanto a estilo al de Fernand Leger, representa una abstracción de estilo maquinista elaborada con técnica xilográfica.
Casi al final de la exposición hay un par de vitrinas que contienen los curiosos diarios de Marinetti, apóstol fundador y teórico del movimiento futurista en Italia. El último tomo, que comprende desde 1935 a 1943, está abierto en la página 239, donde destaca junto a un retrato de Gabriel d'Anunzzio un dibujo de Federico García Lorca fechado en Buenos Aires en el que aparece la figura de un marinero con gorra de cintas entrelazado a una muchacha con sombrero. Es evidente que el propio Marinetti dio prioridad al dibujo de García Lorca sobre los demás elementos de la página, algo que hacía habitualmente destacar una información recortada de un diario, una ilustración o una foto dedicada de algún colega del movimiento o admirador foráneo.
Depero y la peineta
Rebuscando en los figurines de Fortunato Depero, uno de los grandes rescatados de la muestra, entre sus bailarinas aparecen numerosas peinetas españolas, faldas de vuelos y abanicos, tratamientos radiales tan caros a la estética futurista y que este excelente grafista integró en sus creaciones.Por otra parte, la exposición ha traído a la actualidad los diseños de mobiliario que el propio Depero, junto a Boccioni, realizó en aquellos años de verdadera iniciación en la modernidad. Consolas, mesas y sillas que nada tienen que envidiar en la actualidad a los diseños del grupo Memphis o del Alquimia de Mendini.
Los organizadores de la extraordinaria exposición de Venecia han tenido la brillante idea de convocar a destacados estilistas de la moda italiana, quienes han asumido la reproducción en unos casos y la reinterpretación en otros, de motivos futuristas. Misssoni, por ejemplo, ha producido pendientes de Depero y un cobertor camero que recuerda a Giaccomo Balla.
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