Reagan quiere reforzar el embargo impuesto a Cuba en los años sesenta

El presidente de EE UU, Ronald Reagan, tiene planeado reforzar el embargo económico impuesto a Cuba en los años sesenta y, concretamente, tomar medidas para restringir el flujo de dinero al país caribeño procedente de los cubano-norteamericanos que aspiran a conseguir la salida de la isla de sus familiares, según fuentes de la Administración estadounidense. El Gobierno norteamericano matizó ayer que aún no ha adoptado una decisión definitiva.

El objetivo de esa medida es presionar a Fidel Castro para que restablezca el acuerdo de inmigración de 1984 entre los dos países y lograr la liberación y asentamiento en EE UU de aquellos presos políticos cubanos que lleven más de 10 años en la cárcel.El Consejo Nacional de Seguridad ha preparado una directriz que establece medidas para una aplicación más rigurosa del embargo que cierre algunas de las brechas que le han restado efectividad a lo largo de los años, según informaron la citadas fuentes. Entre estas brechas se cuentan los regalos y envíos que hacen masivamente los cubanos afincados en EE UU a parientes y amigos en Cuba, proporcionando al régimen de Castro una fuente de divisas, así como la utilización por Cuba de entidades intermediarias en otros países para la obtención de productos de EE UU.

Especial atención merece, en este último contexto, lo que las fuentes califican de "dinero de extorsión", supuestamente exigido por el régimen cubano a los familiares de los descontentos deseosos de trasladarse a EE UU como condición para permitir su emigración; cantidades que oscilan desde 3.000 a 30.000 dólares (de 400.000 a cuatro millones de pesetas).

Por otra parte, el Gobierno norteamericano ha anunciado al régimen castrista su deseo de enviar a la isla una delegación oficial por el espacio de dos semanas, a partir del próximo 20 de agosto, para entrevistar a prisioneros y ex prisioneros políticos y dictaminar si tienen derecho a ser admitidos en EE UU en calidad de refugiados. Según fuentes del Departamento de Estado, Castro habría dado indicaciones de su voluntad de liberar a algunos prisioneros políticos si EE UU los acogiera.

Las fuentes citadas aseguraron que "no se trata de hacerle un favor a Castro [haciéndose cargo de sus prisioneros políticos]; lo que parece un gesto de conciliación es solamente el reconocimiento de que estos prisioneros políticos ya han sufrido bastante tiempo". Al mismo tiempo insisten en que el objetivo de estas iniciativas es lograr el restablecimiento del acuerdo de inmigración de 1984, suspendido por Castro en julio de 1985 en represalia por el comienzo de las emisiones a Cuba de Radio Martí, patrocinadas por La Voz de América.

El acuerdo de inmigración entre los dos países preveía la devolución a Cuba de 2.700 "criminales y enfermos mentales" cubanos liberados por Castro en 1980 junto a los emigrantes del puerto de Mariel. A cambio, Washington se comprometía a acoger a 3.000 prisioneros cubanos y a un cupo anual de 20.000 emigrantes de la isla.

Por otra parte, France Presse informa desde Plioenix (Arizona) que un grupo de 16 cubanos (del contingente de los llamados marielitos, llegados a EE UU desde el puerto cubano de Mariel en 1980) escapó el domingo de la prisión de Florence, en Arizona. La policía, que organizó un rastreo con caballos y helicópteros, consiguió detener a 12 de ellos.

La agencia Reuter informa desde La Habana que Hugo Romeu Almeida, capitán del Ejército de EE UU, de origen cubano, destinado en la base estadounidense de Stuttgart (Alemania Occidental), llegó ayer a Cuba para pedir asilo político por oponerse hacia la política de Washington en Centroamérica. EE UU lo ha desmentido.