Pasos atrás en Nicaragua
Sin duda, cometerá equivocaciones el Gobierno de su país, que intenta una experiencia de soberanía y autogestión junto al cerco de Estados Unidos y sus países limítrofes, azuzado además por una contra que vuelca la justificación de los dólares recibidos sobre la práctica del terrorismo. Sin duda, ese Gobierno no está exento de cometer excesos (añadan los calificativos que quieran, pero no hagan de su capa un sayo afirmando que "nada va mejor en Nicaragua").Están ustedes hablando de un país que hace años era una finca privada y ahora pertenece a los cooperativas y colectividades. Están ustedes hablando de un país que, partiendo del analfabetismo generalizado, ha conseguido reducirlo al 12% y en el que no hay niños sin escolarizar. Hablan de un país en el que el mismo día en que explosionó en atentado un autobús de pasajeros -murieron 37 de ellos de los que 15 eran niños- un arzobispo se permitía hacer llamamientos a la contra y a la intervención de Estados Unidos. Y ese país comete lo que ustedes califican de exceso al expulsarle a Honduras. No se olviden de que precisamente en Honduras se cuentan 2.000 desaparecidos (además de los 30.000 de Guatemala y de los que ni se calculan en El Salvador), y no olviden tampoco que ningún organismo internacional ha dicho jamás que se haya dado, en ese país en el que "nada va mejor", ningún desaparecido. En ese país hay cárceles de régimen abierto para los ex guardias somocistas.
Qué dirían ustedes si a ese Gobierno se le ocurriera, como al de Estados Unidos, restringir y condenar la intimidad individual y la opción sexual de las personas? ¿Dónde está la merma de esos derechos, evidente en el caso de sus no lejanos vecinos? A nadie se le ocurriría, sin embargo, minar la bahía de San Francisco a la vista de tales hechos.
Dicen ustedes que "la táctica de Daniel Ortega es la más inútil a la hora de pretender garantizar la pervivencia y originalidad del experimento sandinista", pero el sandinismo no parece precisamente obsesionado por las originalidades, y sí por las dificultades de sacar su país adelante. Ahí están, además, estos siete años de sandinismo, a pesar de que muchos agoreros garantizaran desde el principio la "no pervivencia" de la revolución.
Llegamos al punto clave y último: han suspendido la publicación del diario La Prensa, periódico favorable a la contra. Afirman ustedes que "cerrar un periódico es atentar directamente contra una condición consustancial a la exigencia de un régimen democrático, sea del signo que sea". Nos gustaría saber qué Estado de derecho no prevé en su legislación garantías para preservar su Constitución y proteger la democracia. Existen en esos Estados distintos tipos de delitos de apología del terrorismo que pueden llevar (y en más de un caso ha estado a punto de materializarse esta medida) al cierre de algún diario.
Es lógico que les duela la suspensión de ese periódico, pero, por encima de los corporativismos, recuerden, a modo de advertencia, a aquellos poetas que "de tanto mirar la luna / ya nada saben mirar / y olvidan a los que luchan / por un pedazo de pan".-
miembro de la Marcha por la Paz a Centroamérica, y de la Asamblea Pacifista.
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