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DESASTRE NUCLEAR

Continúa el incendio en la central de Chernobil

Pilar Bonet

Miles de personas siguen ocupándose de la avería en la central nuclear de Chernobil, donde el peligro no parecía conjurado aún ayer, al continuar el incendio del reactor afectado, en tanto que numerosos habitantes de Kiev (a 130 kilómetros del accidente), sobre todo mujeres y niños, afluían a la estación de Kievski Voksal de Moscú en trenes especiales. El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el sueco Hans Blix, sobrevoló ayer en helicóptero la zona de de Chernobil. Blix, que hoy celebra una conferencia de prensa en Moscú, dijo a la televisión soviética que seguía saliendo humo de la central y expresó su esperanza de que el cuantioso trabajo que se está realizando consiga estabilizar la situación.

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Mientras tanto, la agencia yugoslava Tanjug informaba ayer, citando fuentes de Moscú, del fallecimiento de una tercera persona en Kiev como resultado del accidente, que ha obligado a hospitalizar a 204 personas, 100 de ellas en Moscú.El periódico moscovita Izvestia informaba ayer que el incendio en la central accidentada no había sido completamente extinguido, mientras que un reportaje publicado ayer por Pravda afirmaba que proseguía en el lugar la operación de lanzamiento, mediante helicópteros, de arena, arcilla, plomo y boro sobre la central.

Chernobil se evacuó más tarde de lo que se pensó en un principio y la operación tan sólo comenzó, al parecer, después de la visita a la zona, el pasado viernes, del jefe del Gobierno, Nikolai Rishkov, y el responsable de ideología, del partido, Igor Ligachov, según manifestó ayer una alta fuente diplomática.

Sobre la evacuación de Chernobil, Pravda daba ayer un dato significativo, al afirmar que responsables de la operación de salvamento desmontaban un puente de unos 200 metros, no lejos de la central, "por el cual el día anterior se evacuó a la población".

Y mientras los periódicos soviéticos daban sus propias versiones de los hechos, que seguían dejando oscuros algunos puntos claves, desde Kiev llegaban pasajeros que contaban sus dificultades para adquirir billetes y se mostraban recelosos con los extranjeros, ante una visible presencia policial en la estación, que contrastaba con la que existía inmediatamente después del accidente.

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"Tú no sabes lo que se cuece allí", le decía una, mujer mayor a otra que había ido a recibirla al andén de Kievski Voksal. "Me llamó mi madre y me dijo que cogiera las cosas y me viniera con los niños", añadía.

Mientras tanto, un equipo internacional de especialistas que se ha congregado en la Unión Soviética ha realizado 10 trasplantes de médula ósea a víctimas del accidente, según informó el médico norteamericano Robert Gale, miembro de la comisión, entrevistado telefónicamente por The New York Times.

La masa se caldea

Un grupo de representantes de los organismos que se ocupan del accidente está alojado en el local del partido en Chemobil. Evgeni Velijov, el vicepresidente de la Academia de Ciencias de la URSS y especialista en energía atómica, trabaja en esta comisión. Entrevistado por Pravda, Velijov señalaba que "nadie se ha encontrado con una avería semejante, y lo inusual de la situación exige soluciones a problemas con los cuales ni los científicos ni los especialistas tuvieron que ver jamás". "Se trata de algunos miles de toneladas", agregaba, refiriéndose al reactor siniestrado. Y añadía: "Y esta masa gigantesca se caldea".

Esta frase, trasmitida por Tass en su resumen del artículo, no aparecía en el Pravda al día siguiente.

Por el momento, "desgraciadamente", afirmaba Velijov, "sólo se realiza una defensa escalonada y el objetivo es neutralizar el reactor y sepultarlo".

En Ucrania, el jefe del Gobierno local, Alexandre Liachko, dijo a un grupo de periodistas occidentales autorizados a viajar a Kiev que el reactor accidentado ya no arde y que la temperatura era de unos 300º centígrados. Según Liachko, la radiactividad continuaba descendiendo.

Por otra parte, el Politburó del PCUS, que se reunió ayer en Moscú, aprobó fondos suplementarios para pagar a los que, trabajan en la zona de la central. De las medidas adoptadas se desprende que quienes allí viven y trabajan recibirán compensaciones materiales por las pérdidas sufridas con el accidente.

Tass condenaba ayer la decisión europea de bloquear las exportaciones de frutas y verduras procedentes de la URSS. La campaña contra los medios de comunicación occidentales -siete de cuyos representantes, había sido autorizados a viajar a Kiev ayer por primera vez tras el accidente- continuaba ayer con. ataques al periodista que difundió la supuesta muerte de 2.000 personas. Tass citaba la supuesta fuente de la información, que negaba cualquier relación con lo publicado.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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