Suspendidas las exportaciones de tomates canarios a la Comunidad

Los exportadores canarios de tomates a los países de la Comunidad Europea (CE) están arrojando a los barrancos, desde hace días, millones de kilos de este fruto para protestar por la aplicación a sus ventas al exterior de trabas arancelarias (tasas compensatorias), por parte de la CE, que se han duplicado recientemente y que consideran ruinosas para sus intereses. El flujo comercial de tomates desde Canarias a los clientes comunitarios, ha, quedado corripletamente suspendido. En opinión del con sejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Manuel Hernández Abreu, "la zafra puede darse por terminada".Los agricultores han optado por verter los tomates en los barrancos para alimento del ganado antes que "perder dinero y gastar - el tiempo inútilmente", señalaron fuentes del sector. Se calcula que el valor del producto que los cese cheros desperdician diariamente asciende a unos 45 millones de pesetas. Aún restan unos 40 millones de kilos de tomates sin cortar.

Los exportadores se quejan de que la CE les ha incrementado el coste de la tasa compensatoria cuyo gravamen. ha pasado de 47 pesetas/kilo, aplicada inicialmente, a 103 pesetas/kilo. Entre tanto, a los productores peninsulares se les ha congelado, según las citadas fuentes, la misma carga comunitaria.

Las exportaciones agrícolas desde Canarias y la península al mercado comunitario tendrán durante el período transitorio (1986-1989) el mismo tratamiento restrictivo por parte de la CE.

El campesinado de las islas advierte que la situación se empeorará a partir de 1990 al ser liberalizados los envíos de la península mientras que se mantendrán las citadas tasas para las erportaciones desde el archipiélago, por estar éste fuera de la Política Agraria Común (PAC).

José Manuel Hernández Abreu considera que la Comunidad Económica Europea ha gravado el tomate canario y peninsular antes de lo previsto porque "los holandeses han inundado el mercado". De otra parte, la Unión Europea del Comercio Mayorista de Frutas y Hortalizas, con sede en Bruselas ha protestado por entender que la CE favoreció a un país tercero, Marruecos, al eximirle del pago de tasas compensatorias.