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Estados Unidos presiona a España para mantener las exportaciones de maíz y soja

El presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kika de la Garza, al frente de una delegación de congresistas, inicia hoy una visita de tres días a España para defender la postura norteamericana en la guerra comercial anunciada por el presidente Ronald Reagan contra la Comunidad Europea. Kika de la Garza, de origen hispano, representante por el Estado de Tejas, es uno de los más significados portavoces de los intereses del poderosísimo lobby cerealero estadounidense.

La visita de la delegación de congresistas estadounidenses fue preparada con urgencia y anunciada hace sólo una semana. La delegación será recibida mañana por el Rey y mantendrá entrevistas con el ministro de Agricultura, Carlos Romero; el secretario de Estado para la Comunidad Europea (CE), Pedro Solbes; el secretario de Estado de Comercio, Luis de Velasco, y el presidente de la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados, Juan Colino. El Gobierno español mantiene que la guerra comercial desatada por Estados Unidos, aunque en este caso el detonante pueda ser España, es un asunto comunitario, y ha de ser la CE en su conjunto la que dé una respuesta.Precisamente, la postura de firmeza de la Comunidad anunciando que responderá adecuadamente a las posibles represalias norteamericanas introdujo ayer un elemento de flexibilidad en el conflicto. La Administración norteamericana anunció que está dispuesta a negociar el contencioso en el seno del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). También la reunión de ministros de la OCDE, el próximo día 16, será una ocasión para abordar el problema.

Preferencia comunitaria

La aplicación gradual de la política agraria común de la CE en España y Portugal desde el pasado 1 de marzo pone en peligro, por la preeminencia de la regla de la preferencia comunitaria, el futuro de las exportaciones norteamericanas de soja y maíz a nuestro país. España es el sexto comprador de estos dos productos a Estados Unidos.El alto déficit comercial de EE UU y las presiones del lobby cerealero, sector sumido en una profunda crisis, son las dos razones ocultas de la declaración de guerra comercial del presidente Reagan contra las importaciones procedentes de Europa. Las restricciones han sido cuantificadas en 1.000 millones de dólares (145.000 millones de pesetas), cantidad en la que Estados Unidos considera que va a ver disminuidas sus exportaciones de cereales y soja a España y Portugal.

Fuentes de la Administración española reconocen que el ingreso de España y Portugal en la CE tiene efectos "más graves" para el sector agrícola estadounidense que la entrada del Reino Unido, por ejemplo. Sin embargo, ponen en duda que el impacto global vaya a ser perjudicial para EE UU, "ya que hay que contabilizar los beneficios que obtendrá del intercambio de productos industriales". Además, dada la estructura de producción de las fábricas de pienso, "es muy difícil sustituir las importaciones de soja, en las que toda la Europa comunitaria, y no sólo España, es dependiente de Estados Unidos".

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