Estados Unidos desata una guerra comercial con la CE por la presión del 'lobby' cerealero y el fuerte déficit comercial
La Comunidad Europea (CE) reaccionó ayer con dureza ante el anuncio del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, de imponer restricciones a las importaciones agrarias procedentes de los países comunitarios por valor de 1.000 millones de dólares (145.000 millones de pesetas). El Gobierno estadounidense argumenta que el ingreso de España y Portugal en el Mercado Común europeo y la regla de preferencia comunitaria perjudicará sus exportaciones de maíz, soja y otros cereales a estos dos países por una cantidad equivalente a la cifra estimada como balance de su próxima represalia comercial.
La Comunidad Europea considera que la actitud de la Administración estadounidense viola flagrantemente las reglas del comercio internacional y ha manifestado que está dispuesta a "actuar en consecuencia" en el caso de que el Gobierno de Estados Unidos lleve a cabo sus amenazas.La actitud de Ronald Reagan viene determinada por la presión del lobby cerealero estadounidense, un fuerte grupo de presión que ha visto limitado su enorme poder económico en los últimos años como consecuencia de la crisis del Medio Oeste americano. Los "años difíciles" de los granjeros, resultado del recorte de las ayudas estatales y, en cierta medida, del boicoteo de ventas de trigo a la URSS, han provocado una cadena de quiebras en las cajas de ahorro estadounidenses, la principal institución crediticia del país.
Respuesta comunitaria
También las presiones del Congreso para limitar el actual fuerte déficit comercial de Estados Unidos (150.000 millones de dólares) ha actuado de detonante de esta intransigencia del Gobierno de Ronald Reagan, que ha hecho pública su declaración de guerra comercial sin esperar a resolver el conflicto en el seno del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio).El comisario europeo de Relaciones Exteriores, Willy de Clerq, dio a conocer ayer en Bruselas un comunicado oficial en el que se advierte que la amenaza estadounidense de limitar autoritariamente sus importaciones procedentes de los países comunitarios "corre el riesgo de conducir a una confrontación abierta", y la Comunidad "se vería en la obligación de actuar en consecuencia".
Francia y, en menor medida, Italia pueden ser los países más perjudicados por las restricciones anunciadas por el Gobierno norteamericano, que puede dirigir sus represalias preferentemente contra el vino y el queso. Estos dos países contribuyen con las tres cuartas del total de las ventas comunitarias a Estados Unidos de estos dos productos, que en 1985 se elevaron a 970 millones de dólares.
Por otra parte, Francia, importante productor de maíz y otros cultivos forrajeros, es el principal opositor en el seno del Mercado Común a la excesiva dependencia europea de los cereales pienso norteamericanos, productos que tienen además un valor estratégico.
La Comunidad reconoce que las ventas estadounidenses de maíz, sorgo y soja a España y Portugal pueden reducirse, como consecuencia de la aplicación de la Política Agraria Común (PAC) desde el pasado 1 de marzo a estos dos países.
Sin embargo, según manifestó ayer el secretario de Estado de Comercio, Luis de Velasco, "el problema no puede reducirse a la balanza comercial agrícola, ya que en el comercio industrial Estados Unidos va a conseguir indudables beneficios". En este enfoque global del problema, los expertos consideran que Estados Unidos obtendrá más ventajas que perjuicios de la ampliación del Mercado Común europeo.
Reacción sorprendente
Para el Gobierno español, según Luis de Velasco, "la reacción estadounidense es sorprendente, porque el marco para resolver estas cuestiones es el GATT". El ultimátum del presidente Reagan se produce además cuando estaba anunciada para mediados de este mes una negociación bilateral EE UU-CE para estudiar el problema.El artículo 24.6 del GATT, referido a los llamados créditos y débitos comerciales, establece el ámbito de este organismo para resolver los perjuicios para terceros países derivados de las desviaciones de tráficos comerciales como consecuencia de uniones arancelarias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Diplomacia
- Lobby
- Política agrícola común
- Comercio internacional
- Política agraria
- Política exterior
- Cereales
- Estados Unidos
- Unión Europea
- Productos agrarios
- Activismo
- Relaciones internacionales
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Agricultura
- Economía
- Agroalimentación
- Finanzas
- Comercio
- Sociedad
- Alimentos
- Alimentación