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Duvalier pasea con su esposa por las calles de la capital de Haití para demostrar que controla la situación

El presidente vitalicio de Haití Jean-Claude Duvalier, recorrió ayer en automóvil, acompañado de su esposa Michelle, barrios de la capital y de la ciudad vecina de Petion-Ville. En Puerto Príncipe no cesan los rumores sobre una eventual intervención norteamericana, que algún sector de la oposición consideraría legítima por el fin justifica los medios cuando se trata de llevar el país a la democracia". Gran parte del comercio de la capital permaneció ayer cerrada, a pesar de los llamamientos del Gobierno, que intenta restablecer la normalidad y dar la sensación de que con la crisis.

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Poco antes del mediodía de ayer, hora local, se decía en Puerto Príncipe que Radio La Habana había informado de que una flota de Estados Unidos se dirigía hacia Haití. "No estamos al corriente de esto", declaró, sin embargo, el portavoz del Gobierno, Guy Meyer. La atención se dirigió también hacia los movimientos del embajador norteamericano, Clayton McManaway, a quien se considera en una situación delicada tras el anuncio del portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, el pasado viernes, de que el presidente Duvalier había abandonado el país.El dirigente del Partido Socialcristiano Gregoire Eugene no excluye la posibilidad de una intervención norteamericana para buscar una solución política a la crisis. En su casa de Puerto Príncipe declaró a EL PAÍS que en este caso, para restablecer la democracia, "el fin justifica los medios". Eugene comparó el caso de Haití con la intervención de Tanzania en Uganda para acabar con el régimen de Amin Dadá. "El pueblo haitiano desea cualquier solución", declaró. Durante los recientes desórdenes, algunos manifestantes llevaban banderas de Estados Unidos. A la pregunta de por qué lo hacían, respondieron que era para no ser acusados de comunistas.

[Fuentes hospitaliarias manifestaron a la agencia Reuter que al menos 50 personas habían muerto en la capital en los disturbios del pasado fin de semana y hay noticias de un mínimo de otras 20 muertes en provincias. Ayer lunes se produjeron al menos tres muertos y varios heridos al hacer fuego milicianos contra la multitud en Petit Goave, pequeña localidad a 60 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe.]

El que fue ministro de Duvalier Clovis Desinor, de 70 años, que hoy se alinea en las filas de la oposición al régimen, respondió, sin embargo, con un tajante "no, no y no" a la pregunta de si una intervención norteamericana sería beneficiosa para solucionar la crisis de Haití. Sin embargo, Desinor considera que el Gobierno de Duvalier se encuentra "ante una situación creada por el gran vecino, y Estados Unidos tiene una responsabilidad moral".

Otro antiguo colaborador del distinto Papá Doc que no quiere dar su nombre especula con la posibilidad de que, "si se viese acosado, el actual presidente podría recurrir a la creación de una especie de socialismo vudú en Haití". El ex duvalierista cree que el discurso del pasado viernes del presidente contiene elementos que apuntan a esa vía. Duvalier, de 34 años, manifestó en aquella ocasión: "Sé que los ingresos per cápita son modestos. Sé también que el reparto de las riquezas es desigual y a veces incluso chocante. Yo os propongo solemnemennte hoy un nuevo proyecto de sociedad en el cual serán invertidas, bajo un control estricto y riguroso del que vosotros mismos sereis jueces y beneficiarios, todas las posibilidades y todos los recursos de nuestra economía. Este proyecto, que ha sido elaborado por nuestros técnicos más cualificados, está ya listo". Haití es el país más pobre de Occidente.

A la objeción de cómo lograría Duvalier el apoyo de las masas, si el Gobierno carece por completo de recursos para poner en marcha nuevos proyectos sociales, el ex duvalierista respondió: "Podría ofrecer a las masas la posibilidad del pillaje y el saqueo y tendríamos a un Gaddafi caribeño".

Duvalier trata de dar al país la sensación de que reina la normalidad y de que ha recuperado el timón de la crisis. Ayer por la mañana apareció por las calles de la capital y de la vecina ciudad de Petion-Ville en su automóvil con su esposa, Michelle, lo que forma parte de una escenificación bien estudiada. La salida del presidente fue jaleada con continuas informaciones en directo en Radio Nacional en un creole (idioma local) jadeante y con continuos cortes por defectos técnicos en la transmisión. Los oyentes pudieron así escuchar que el presidente respondió a preguntas de periodistas de televisión norteamericanos. Las respuestas contenían los estereotipos ya conocidos y las acusaciones a los agitadores como culpables de los últimos acontecimientos. Radio Nacional, al informar de que la pareja presidencial recorrió las calles de la capital, dijo que esto era "una prueba del restablecimiento de la actividad comercial".

La radio repetía con frecuencia el domingo y ayer llamamientos para que los comercios abrieran sus puertas. El Ministerio de Comercio ofrecía garantizar la seguridad y pedía que se denunciase a los saqueadores del pasado viernes. A pesar de estos llamamientos, la mayor parte de comercios permaneció cerrada ayer en Puerto Príncipe.

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