El año dedicado a Federico García Lorca nace para desmitificar la vida y la obra del poeta
A los 50 años del asesinato del escritor, Granada le rinde un homenaje internacional
El prólogo del homenaje nacional conmemorativo del 50º aniversario de la muerte de Federico García Lorca, asesinado en Viznar, se celebró el pasado viernes en Granada, con el propósito de desmitificar la vida y la obra del poeta como bandería política de la izquierda y como inspirador de ripios folclóricos para los vates de la derecha. Precisamente ha sido en su ciudad natal donde el oscurantismo sobre su personalidad y su muerte ha dado lugar a falsos secretos sobre su fusilamiento en 1936, a reivindicaciones en nombre de la libertad y a fragmentos líricos y vanílocuos de rimadores que en su día apoyaron sin tapujos al franquismo.
Toda la amalgama contradictoria que ha circulado en tomo a la figura de García Lorca ha formado una biografía a la que ahora se quiere valorar con justeza y a la que ha de sobreponérsele la imagen del Lorca vitalista, creador y difusor de la cultura.Para el alcalde de Granada, Antonio Jara, el programa de actividades elaborado por el ayuntamiento que preside y propuesto para su ratificación a la comisión nacional del homenaje busca borrar la relación más fácil del nombre de García Lorca con la guerra civil, el asesinato o la barbarie, aunque reconoce la necesidad que tuvo la izquierda de tomar al poeta como símbolo de la libertad y la democracia durante la dictadura y los primeros años tras la muerte de Franco. "No es mala idea desmitificar al poeta coincidiendo con los 50 años de su muerte y recuperarlo para la cultura popular". Sin embargo, en el homenaje, que será inaugurado oficialmente en el mes de marzo, tendrán también cabida los encuentros de intelectuales que analizarán críticamente la obra y la figura del poeta y dramaturgo.
La vida y muerte de García Lorca en Granada no han dejado, hasta hace unos pocos años, un itinerario visible, cultural y biográfico. El primer domicilio de los Lorca en Granada, tras su llegada de la provincia, en la Acera del Casino, fue destruido hace años para la construcción de un bloque mastodóntico de viviendas. Pocas personas de Granada conocen la ubicación de la Huerta de San Vicente, una casa de campo situada en la vega granadina y que linda con el límite más populoso de la ciudad, en donde García Lorca pasó buena parte de su existencia. Desde allí salió, para ocultarse de la represión nacionalista, al domicilio de Luis Rosales, en donde fue detenido por última vez. La casa fue, hasta el año pasado, propiedad de sus herederos, que la vendieron al Ayuntamiento granadino por 32 millones de pesetas, para ser convertida en casa-museo. Las obras de reconstrucción comenzarán próximamente, aunque se ignora el material personal del poeta con que se contará.
Los herederos de García Lorca han sido los impulsores de una fundación de la que forman parte representantes de las instituciones de la ciudad. Aunque se espera contar con el archivo del poeta, propiedad de la familia, aún no hay nada decidido. El Ayuntamiento de Granada, al margen de la conversión en museo de la Huerta de San Vicente, tiene un ambicioso proyecto de crear en sus inmediaciones un parque con el nombre de Lorca.
Pero el escenario más mítico, donde tantísimos admiradores del autor del Romancero gitano han acudido con más fantasía que precisión, embutidos en un silencio doloroso hasta bien entrada la democracia, ha sido las inmediaciones de las localidades de Viznar y Alfacar, donde Lorca fue asesinado. A algunos centenares de metros de donde se cree que fue enterrado, en el llamado barranco de Viznar, reposan los restos de varios miles de personas fusiladas por las fuerzas franquistas. Quizá por el miedo o el respeto, el lugar ha sufrido un abandono completo. Sólo algunos ramos de rosas frescas aparecían de vez en cuando por los taludes anónimos. A la entrada de Alfacar se ha construido por la Diputación el parque de Federico García Lorca, todavía pendiente de inauguración.
Un recuadro de pocos metros cuadrados, acotado con cintas, al pie de un olivo, presupone el lugar donde está enterrado. La rivalidad entre los ayuntamientos de Viznar y Alfacar, propiciados por una crisis política, acabó de un plumazo con el homenaje común que rendían al poeta el 20 de agosto, fecha de su muerte. El parque de García Lorca iba a ser inaugurado el año pasado coincidiendo con el homenaje nacional a Machado, Miguel Hernández y García Lorca, que acabó en desastre organizativo.
Homenajes y ripios
Esta experiencia ha sido tomada muy en cuenta por la comisión del homenaje del 50º aniversario de su muerte. Según Antonio Jara, se debe evitar que cada localidad o institución organice sus actos peculiares, sino encuadrarlos en un homenaje único y abierto a todos. En Fuente Vaqueros, se ha reconstruido, gracias a su ayuntamiento la casa donde el poeta nació. La Diputación, tras un acuerdo alcanzado con los herederos de Lorca, pretende publicar este año el facsímil manuscrito de la obra El retablillo de don Cristóbal, que adquirió en Argentina y cuya edición ha sido encomendada al lorquista Mario Hernández, gran conocedor de la obra del poeta.Junto a la reconstrucción del itinerario de García Lorca, que sólo ahora ha aparecido esbozado en una guía de la ciudad, la anunciada desmitificación de García Lorca, medio siglo después de su muerte, es una empresa necesaria para muchos. En el alba de la democracia, en el año 1976, se celebró en Fuente Vaqueros la primera Fiesta de la Libertad, a la que acudieron todas las fuerzas políticas todavía a medio legalizar. Allí adquirió una imagen simbólica imborrable el nombre de Lorca junto con las libertades por conquistar. El acto se celebró un 5 de junio, día del nacimiento del poeta, a las cinco de la tarde. La autoridad gubernamental sólo permitió que la reunión se demorase durante 30 minutos, en una plaza rodeada por un amplísimo contingente de policías presto a intervenir. La repetición anual de este homenaje se ha devaluado y sólo nostálgicos y curiosos acuden a la cita.
Pero Lorca no sólo ha sido un mito de la libertad. La propia derecha ha sabido también utilizarlo a su sabor. Los versos populares han dado pie a toda una serie de poetas y poemas, enraizados y de buen tono para la mayoría conservadora de la ciudad, donde se ensalzaba un folclorismo fácil, poblado de gitanos como ángeles y querubines de traza mostrenca y corte faccioso. En las tiendas de recuerdos para turistas, junto a las postales, todavía se venden cancioneros tópicos donde únicamente se canta a la muerte de Lorca, como si fuera el único triunfo de vida del poeta. Los propios círculos intelectuales durante la dictadura tenían como monomanía temática las mil leyendas infundadas sobre la barbarie del asesinato, contadas a media voz incluso por algunos de sus protagonistas.
Ahora, al pie de 50 años de memoria, se quiere traer una imagen distinta, sin más apasionamiento que el literario. Para ello se ha contado con el concurso de instituciones españolas e internacionales, como el Consejo de Europa o la Unesco. Aunque la huella de Lorca por la ciudad está pendiente de revitalizarse, ésta será el complemento a un genio neto, sin auras de desidia o falso lirismo, tal como las nuevas generaciones aprenderán a conocer.
Babelia
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