Canciones vascas en el Real
El Certamen Internacional de Masas Corales de Tolosa ocupa un lugar de excepción en España. Entre los diversos aspectos que complementan y amplían la proyección del concurso figura la presentación en Madrid del grupo ganador, el coro Donosti Ereski, dirigido por Miguel Amántegui.La actuación en el teatro Real de Madrid del grupo vocal constituyó un triunfo rotundo, pues el público colmó la sala y aplaudió una y otra vez. Las voces fueron afinadas y bien conexionadas, muy expresivas y obedientes al más riguroso estilo y a una musicalidad de alto vuelo. Verdaderamente precioso fue el repertorio de canciones vascas, en su mayor parte creaciones de autores del país, aunque también figurasen autores de fuera del País Vasco, en algunos casos con aportaciones tan absolutamente bellas como Arrats Gorri, del compositor zaragozano. Oliver Pina.
El programa no olvidó al gran polifonista de la familia Loyola Juan de Anchieta, y a su conmovedor 0 bone Iesu siguió una veintena de páginas, desde las de Eslava a las de nuestros días; entre ellas, canciones como Goiko mendian, del compositor Guridi, o Iru damatxo, de Mocoroa, instaladas ya entre los clásicos de la canción popular europea armonizada.
Gran nobleza encierra la pequeña composición maestra de Lorenzo Ondarra basada en dos temas del cancionero de Donostia, y en cuanto a las tres obras del propio Zulaica Arregui conocido por el nombre eclesiástico de José Antonio de Donostia, evidencian la maestría que le valió triunfos 'internacionales y la consideración de una figura clave dentro del grupo generacional de Guridi, óscar Esplá y Julio Gómez, autores de los que, junto a Donostia, se celebrará el año próximo cien años de su nacimiento.
No por menos divulgada debe olvidarse la obra inteligente, natural y sabia de Tomás Garbizu, el compositor de Lezo, cuyo arte ennoblece cuanto tema trata.
La autenticidad, frescura y precisión de las formas y del lenguaje son características del creador musical Pablo Sorozábal, siempre entrañado en lo popular como base y como destino de su música. Junto a su Ku-ku, la pieza del alavés Luis de Aramburu Diz-diz-ka expresa la gracia de esa música natural a la que tantas veces se refirió Felipe Pedrell.
En Alcoy nació Luis Blanes en 1929. Su Mendi gaina es ejemplo de bien hacer y bien sentir. Clásicos. de distintas generaciones, como pueden ser Busca de Sagastizábal, Eduardo Mocoroa, Felipe Gorriti, Juan Urteaga y Ricardo Sabadié, fueron ampliados con una propina de Uruñuela, antes que Miguel Amántegui y su coro Donosti Éreskí se despidieran de la audiencia con el tradicional Agur jaunak.
En resumen, puede decirse que fue una tarde de buena música dentro de un tono en el que lo popular se hace culto sin perder sus esencias, su vitalidad y su capacidad comunicativa.
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