El Congreso aplaude unánimemente el informe de Reagan
El presidente Ronald Reagan calificó ayer de "muy constructiva" la cumbre soviético-norteamericana de Ginebra y dijo que creía haber convencido a Mijail Gorbachov de que Estados Unidos no busca una "superioridad nuclear" sobre la Unión Soviética. Reagan compareció ante una sesión conjunta del Congreso, que aplaudió unánimemente sus palabras, en la madrugada del jueves, hora peninsular.
En un discurso de 20 minutos de duración, interrumpido constantemente por las ovaciones de los congresistas, miembros del Ejecutivo y del cuerpo diplomático, y transmitido en directo por televisión a todo el país, el presidente norteamericano se concentró principalmente en los aspectos de las discusiones de la cumbre relativos a armas nucleares, aunque también desveló algunos de los acuerdos menores sobre otros temas alcanzados en Ginebra."Concretamente, hemos acordado en Ginebra que cada parte estudiará la reducción del 50% de sus arsenales atómicos en las distintas categorías de sistemas ofensivos, y vamos a trabajar para llegar a un primer acuerdo sobre los sistemas nucleares de alcance intermedio, acuerdo que conducirá a una completa eliminación de este tipo de armas a través de una auténtica verificación", dijo Reagan.
"Hemos iniciado el diálogo también para evitar la proliferación y el uso de armas químicas, con el objetivo de llegar a una prohibición total de las mismas. En el mismo sentido, hemos avanzado en el deseo de llegar a acuerdos en las conversaciones de Viena sobre reducción mutua de tropas convencionales en Europa y en la de Estocolmo sobre medidas de seguridad y confianza, también en Europa", añadió el presidente norteamericano en su discurso.
El sueño de Reagan
Reagan pasó a referirse después a lo que calificó de "su sueño": quitar de la mente de los pueblos el terror de una destrucción nuclear, lo que para él se conseguirá el día que exista un sistema defensivo espacial. Ahí Reagan reconoció que no había convencido a Gorbachov para que diera el visto bueno a la llamada Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), también conocida por guerra de las galaxias. "Gorbachov insistió en que nosotros usaremos la SDI para colocar armas nucleares ofensivas en el espacio y así alcanzar una superioridad nuclear", manifestó Reagan.
"Para mí, la SDI no tiene nada que ver con armas ofensivas. Precisamente se trata de todo lo contrario: es un sistema que amenaza a esas armas nucleares ofensivas, no a los pueblos. Y si tenemos éxito en la investigación del proyecto, el mundo será mucho más seguro, porque podrá evitar los ataques con misiles que le aterrorizan. Ése es mi sueño", afirmó.
Estados Unidos, según Ronald Reagan, no quiere tener "superioridad nuclear", no busca "la ventaja de ser el primero en lanzar un ataque sobre la Unión Soviética". Es en las armas de primer ataque donde su Administración quiere cuanto antes una reducción del 50%.
"He ofrecido a Gorbachov que establezcamos un programa recíproco de intercambio de nuestros científicos par a que puedan visitar los laboratorios donde se investiga el SDI, y, al final, si esa investigación tiene éxito, no daríamos un paso adelante en su desarrollo hasta que nos sentemos en una mesa de negociación con nuestros aliados y la Unión Soviética y veamos de reemplazar los sistemas actuales por el nuevo", declaró Reagan.
Aunque sin revelar el contenido concreto de la conversación con Gorbachov en relación con los conflictos regionales y zonas de influencia, el presidente norteamericano informó al Congreso que habían tratado de Afganistán, Nicaragua, Etiopía, Angola y Camboya. "Fui muy claro en reflejar de qué lado están nuestras simpatías y creo que tuve éxito", añadió. Curiosamente, Reagan no mencionó en su discurso el conflicto de Oriente Medio, pero dijo refiriéndose al tema regional en general que las dos partes habían acordado intensificar los contactos para hablar de ellos y buscar juntos soluciones a los problemas.
El secretario de Estado, George Schultz, entrevistado por la televisión, calificó de "muy interesantes" las conversaciones sostenidas en Ginebra acerca de Afganistán y mencionó la posibilidad de "ver emerger un proceso" para una eventual solución al problema. El portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, agregó: "Pensamos al menos que hay algo nuevo en nuestras discusiones sobre Afganistán".
La cumbre de Ginebra, que ha sido seguida prácticamente en directo por el pueblo norteamericano por televisión ha producido los resultados internos buscados por la Casa Blanca. Una encuesta de la cadena de televisión CBS reveló anoche que cinco de cada seis estadounidenses aprobaban la forma en que Reagan había dirigido el encuentro entre las superpotencias. El 83% de los encuestados aprobó también la decisión de volver a encontrarse Reagan y Gorbachov el próximo año y el siguiente. En cuanto a resultados, sólo el 28% cree que se han producido "logros reales", mientras que el 49% opina que hubo mucho de show.
La reacción en la mayoría de las capitales occidentales fue de satisfacción por lo que supone una superación del período de guerra fría que atravesaban las relaciones entre las dos superpotencias. Sin embargo, en contraste con la euforia de Washington, el actual asesor presidencial y ex jefe de los negociadores norteamericanos en las anteriores conversaciones de desarme de Ginebra, Paul Nitze, manifestó que existe todavía un "enorme distanciamiento en el tema de las armas".
Zbigniew Brzezinki, consejero Seguridad Nacional bajo la administración del ex presidente James Carter, calificó la cumbre como un éxito, porque, dijo, Reagan "ha conseguido relajar las tensiones sin hacer concesiones importantes". El ex secretario de Estado, Henry Kissinger, opinó que el encuentro de Reagan y Gorbachov fue un importante logro táctico y afirmó: "Reagan obtuvo el máximo posible en la creación de un ambiente de trabajo y en cuanto a iniciar un proceso que no tiene límites en términos de otra cumbre".
El senador Sam Nunn, el más importante miembro demócrata del Comité de Armamentos del Congreso, dijo que los resultados de la reunión fueron "más bien modestos", y agregó que "no ha habido una pausa en lo sustancial de la carrera armamentista".
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