Cinco escritores cubanos afirman que la estética gana terreno a la ética en su narrativa

Pasada una primera etapa -el tiempo índico, que dice Antón Arrufat- en la que el compromiso revolucionario exigía que la ética primara sobre la estética, la literatura cubana ha entrado en una etapa en la que la fantasía y la forma adquieren una importancia fundamental en la creación. Esta es la opinión unánime de los cinco escritores cubanos que estos días recorren varias ciudades españolas para dar a conocer la literatura que actualmente se crea y edita en la isla caribeña que gobierna Fidel Castro. Son cinco hombres de la llamada generación de los cincuenta: Pablo Armando Fernández, Miguel Barnet, José Rodríguez-Feo, César López y Antón Arrufat.

Los cinco escritores cubanos han venido a España para participar en el III Congreso Internacional de Escritores de Lengua Española recientemente clausurado en El Puerto de la Cruz (Tenerife). Después han aprovechado el viaje para hablar en Barcelona y Madrid del momento actual de la narrativa cubana. Todos ellos aseguran que el momento creativo cubano -no solamente literario, sino artístico en general- es diferente al de los primeros años posteriores a la revolución. Coinciden también en señalar como grandes figuras de la narrativa cubana a Lezama Lima, Nicolás Guillén, Alejo Carpentier y Virgilio Piñera. Otro punto común en sus opiniones está en asegurar que "no existe ningún escritor en toda la isla que tenga problemas para expresarse".Antón Arrufat justifica un primer período panfletario hablando del compromiso que cada uno de ellos tenía con la sociedad, un compromiso sentido y nunca impuesto. "A medida que la sociedad cubana se va consolidando, los escritores vamos introduciendo formas de creación más complejas, con elementos fantásticos e imaginativos, con una gran atención a la forma. Pienso que en Cuba se está haciendo una literatura joven y rica en temas y planteamientos estilísticos que es bastante desconocida fuera de la isla".

El poeta César López asegura que las circunstancias que siguieron a la revolución exigieron una violencia narrativa que ya no es necesaria. "Ahora la vida diaria es tratada en la novela". Como ejemplo de estos temas habla de las campañas de alfabetización, del trabajo voluntario, de la defensa del país.

Pablo Armando Fernández añade que la relación de la pareja como tema narrativo está adquiriendo gran importancia en la novela y la poesía cubanas. "Es un asunto que antes se trataba, pero de otra manera. Creo que la entrada de las mujeres en la creación literaria ha enriquecido este aspecto, ya que hay numerosas poetisas en cuya obra se mira la vida en su aspecto más cotidiano".