Giorgio Bassani considera que los artistas son muertos que tratan de regresar a la vida a través de la poesía
El escritor interviene en Barcelona en un seminario sobre narrativa del siglo XX
El escritor italiano Giorgio Bassani se encuentra en Barcelona para participar en el seminario Trayectos narrativos y urbanos en el siglo XX, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Su intervención se centrará en la novela El gatopardo, de Tommaso di Lampedusa, de la cual fue el descubridor y a la que hizo el prólogo de la primera edición italiana. El escritor considera que los artistas son muertos que tratan de regresar a la vida a través de la poesía.
Conocido mundialmente por su novela El jardín de los Finzi Contini, que forma parte de su ciclo narrativo titulado La novela de Ferrara, a sus 69 años, Bassani ha condensado su producción como escritor en tres volúmenes: uno narrativo (el ya citado Romanzo di Ferrara), otro de poesía (Con rime e senza) y, el más reciente, uno que recoge su aportación ensayística (Al di là dil cuore), una especie de diario intelectual donde, además de numerosos ensayos escritos a lo largo de los años, recoge como encabezamiento algunas cartas escritas en la cárcel (donde estuvo a causa de su militancia antifascista), y como cierre, un discurso pronunciado cuando era presidente nacional de Italia Nostra, una institución fundada por él y algunos amigos que se dedica a defender el patrimonio artístico y natural de Italia.Al hablar con Bassani es inevitable preguntarle por Ferrara, por su relación con la ciudad, conocer hasta qué punto ha llevado, la inevitable confrontación entre la crónica y el mito. "En mi obra creo que se dan ambas cosas. Para entender mi relación con Ferrara, si pudiese hacer una comparación que no pareciera presuntuosa, habría que formular la misma pregunta en el caso de la relación de Dante Alighieri con Florencia o en Alessandro Manzoni con Milán. Me he ocupado de Ferrara porque es mi ciudad. Aunque no nací en ella, toda mi familia es ferraresa, y los poetas hablan siempre de sus vivencias, de sus sentimientos. Pero la Novela de Ferrara está escrita para dar una imagen lo más cercana posible a la realidad de lo que es Italia. Es imposible imaginar Italia como una realidad abstracta, hay que pasar por la realidad local y yo soy quizá el único escritor de mi país que ha afrontado el tema de las propias raíces, del origen, de la particularidad. Y lo he hecho con mentalidad de historiador y de político. No sólo con el sentimiento, sino con la razón. Al di là dil cuore, que es como se titula mi libro de ensayos. He querido dar una imagen nueva de Italia, pero al mismo tiempo he hablado de mí, de mi familia". Bassani considera que la Novela de Ferrara debe entenderse como un poema, en el sentido que este concepto tiene en italiano.
"El poema es una novela en verso. Poema es la Divina comedia, el Orlando furioso, el Orlando enamorado; pero poema también es Los novios, aunque esté escrito en prosa. No es posible considerar esa obra de Manzoni como una novela; es algo más, algo distinto".
Capítulos atroces
El ciclo de Ferrara empezó a gestarse a finales de los cuarenta con una serie de narraciones autónomas. "Cuando escribí el primer libro de la Novela de Ferrara -es decir, Intramuros- no sabía que iba a ser una obra tan grande y orgánica. Algo similar le ocurrió a Manzoni, que comenzó como una narración breve titulada Gli sposi promessi. Luego fueron surgiendo los demás libros. En 1978, una vez terminado mi último libro de poesía, decidí reescribir y dar cohesión a todo el ciclo bajo el nombre unitario de Novela de Ferrara".Acerca de la diversidad de géneros y la unidad estilística, Bassani asevera: "Uno siempre trabaja con la misma lengua, del mismo modo, pero es evidente que narraciones como Una noche del 43 o Una lápida en Vía Mazzini son muy distintas a El jardín de los Finzi Contini o La garza. Existe, en todo caso, una unidad fundamental que viene dada por el argumento. Siempre he hablado de aquella Ferrara, la de la época del fascismo o recién acabado éste. Querría subrayar que algunas partes del libro son particularmente atroces. El tema de Una noche del 43 sólo puede ser codiparado con ciertas obras de Dostoievski. El retorno de Geo Josz de Alemania a Ferrara es una cosa horrorosa. Es un muerto que vuelve al mundo. Todo el libro está hecho de muertos que intentan volver al mundo. El protagonista de La garza, Edgardo Limentañi, es un muerto que trata de volver al mundo y por ello se mata. En el fondo todo son expresiones de mí mismo, de un artista. Porque los artistas son muertos que tratan de volver al mundo a través de la poesía, que es una parte del arte y algo más".
Bassani ha creado en su ciclo novelesco una galería de personajes literarios de extraordinaria calidad. En la mayoría de los casos se trata de personajes masculinos, en medio de los cuales aparece la figura femenina de Micòl Finzi-Contini como contraste y como excepción. "Yo soy un hombre y hablo fundamentalmente de hombres. Hay que pensar que es un libro que habla de mi experiencia en la adolescencia y la juventud. Los personajes tienen rasgos de personas ligadas a mi biografía".
Babelia
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