Ministros de 17 países estudian medidas contra la contaminación del Mediterráneo

Los ministros responsables del medio ambiente de 17 países del área mediterránea se reunirán en Génova a partir del próximo lunes, día 9. Una de las medidas más urgentes que estudiarán será la lucha contra los vertidos de metales pesados y de hidrocarburos en este mar. Hasta el 13 de septiembre, los ministros participarán en la IV Reunión de Partes Contratantes en el Convenio para la Protección del Mediterráneo contra la Contaminación, que agrupa a los países ribereños del llamado Mare Nóstrum. La reunión se inscribe dentro del Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente.

España estará representada por el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáez de Cosculluela, quien expondrá en su discurso las acciones que ha llevado a cabo la Administración española en pro de la defensa del Mediterráneo en la década 1975-1985.La contaminación del Mediterráneo, que afecta con mayor o menor intensidad a 3.700.000 kilómetros cúbicos de agua y a una extensión de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, comenzó a preocupar a los respectivos gobiernos de las áreas afectadas hace 10 años. Se celebraron las primeras conferencias internacionales conjuntas -en Barcelona, 1974 y 1975- en las que se adoptaron los primeros acuerdos sobre medidas contra la contaminación.

Hoy, una década más tarde, continúa preocupando la excesiva polución del llamado Mare Nostrum, por el que ha entrado y sigue entrando buena parte de la cultura a Occidente pero también gran cantidad de sustancias contaminantes.

Playas contaminadas

Según expertos de las Naciones Unidas, estudiosos habituales de la calidad de vida en esta zona, el problema se plantea ahora por el hecho de que no se cumplen debidamente las leyes anti-contaminación que han promulgado los distintos países, y ponen como ejemplo la contaminación de las playas. Afirman que una de cada cuatro playas del Mediterráneo no responde a los mínimos criterios de calidad respecto a la limpieza. Y ello a pesar de que existen mecanismos suficientes para eliminar la polución.

Esta polución sigue teniendo como causa, entre otras, el vertido cada año de por lo menos un millón de toneladas de petróleo. No se puede olvidar que una quinta parte del tráfico mundial de hidrocarburos pasa por el Mediterráneo. Los petroleros no pueden limpiar sus bodegas en instalaciones especiales, que no existen, y se ven obligados a verter sus residuos en alta mar antes de rellenar sus depósitos.

Existen otras causas de contaminación que también preocupan a los ministros que el lunes se reunen en Génova. Por ejemplo los vertidos procedentes de la tierra con aporte de metales pesados, especialmente el mercurio, y los elementos contaminantes que son transportados por la atmósfera.

La situación se agrava dado que el Mediterráneo, al ser un mar casi cerrado, necesita por lo menos cinco años para renovar sus aguas.

Además, debido a que el aporte de caudales de los ríos es menor que el grado de evaporación de sus aguas, necesita nutrirse del agua que le falta del océano Atlántico.

En España, que tiene 1.854 kilómetros de costa peninsular y 1.349 kilómetros de costa insular en la fachada mediterránea, los problemas de contaminación de la zona repercuten especialmente porque en esta costa viven siete millones de habitantes estables.